4 imprescindibles de Lars von Trier

Se podría decir que Lars von Trier nació con una cámara bajo el brazo. A muy temprana edad empezó a realizar películas con sus amigos y, cuando empezó a estudiar cine, ganó varios premios en el festival de Múnich con sus películas de estudiante. El talento precoz de von Trier es indiscutible, como también son indiscutibles sus salidas de tono. La última (y quizás la más sonada) fue cuando en 2011, en plena rueda de prensa de Cannes, aseguró comprender a Hitler y simpatizar un poco con él. Unas palabras que le valieron la consideración de persona non gratta en el festival más importante del mundo. Pero este acérrimo amante del cine, creador de Dogma 95, el movimiento danés vanguardista que abogaba por purificar el cine eliminando todos los artificios, volvió el año pasado a la costa azul para presentar La casa de Jack, una especie de expiación de todos sus pecados en el que el Jack protagonista (un excelso Matt Dillon) parece hablar por el propio director. Es una película incómoda, violenta, estimulante… quizás como todo el cine de Lars von Trier. Por su inminente estreno, y solo a modo de acercamiento para los curiosos que aún no conozcan su obra, aquí os proponemos 4 películas imprescindibles para conocer al director más inclasificable de la historia del cine europeo.

El reino (1994)

Empezamos por una de sus rarezas: en 1994 von Trier dio el salto a la pequeña pantalla con una miniserie de 4 capítulos ambientada en un hospital sombrío y laberíntico en el que empiezan a ocurrir sucesos paranormales. El director danés explotó al máximo los preceptos que luego plasmaría en el Dogma 95 con una historia en la que mezcla el terror, lo fantástico y la comedia negra, uno de esos cócteles que siempre suele marcar muchas de las propuestas del director. Muchos la han comparado con Twin Peaks, por la cantidad de misterios y locuras que esconde la trama: por ejemplo, la mayoría de los episodios terminan con un neurólogo sueco mirando hacia Suecia desde la azotea del hospital gritando “Escoria danesa”.

Melancholia (2011)

Quizás sea la obra más redonda y completa del director, tanto a nivel formal como en su significado. La relectura que hace von Trier sobre un inminente apocalipsis en mitad de la celebración de una boda habla del existencialismo humano desde un punto de vista irracional, apelando desde todo momento a las emociones y los sentimientos. Consigue que la tensión y la angustia del momento se viva a través de las sensaciones en lugar de la acción, algo a lo que este tipo de películas nos tienen más acostumbrados. Además, Kirsten Dunst nos regala la mejor interpretación de su carrera.

Bailar en la oscuridad (2000)

Paradójicamente, la obra culmen del gran defensor del Dogma 95 es aquella en la que empezó a traicionar algunos de sus principios. Pero, todo hay que decirlo, bendita traición. Palma de Oro y mejor actriz para Björk en Cannes, es una de las películas de culto del cine independiente europeo. Ambientada en la América de los 60, narra la historia de una inmigrante checa que se muda al país de las oportunidades con su hijo Gene, que se está quedando ciego. Lo que sobre el papel parecería un flojo telefilme, bajo la batuta de von Trier se convierte, de nuevo, en una de las brillantes mezclas de géneros a las que nos tiene acostumbrado: a medio camino entre el musical y el documental, cubierto todo con un halo de melodrama, Bailar en la oscuridad es una obra imprescindible para entender cómo romper las reglas de lo establecido en el cine.

Dogville (2003)

¿Se puede hacer una película sin decorado? ¿Y se puede convencer a una estrella de la talla de Nicole Kidman para que la protagonice? Pues sí, además interpretando a uno de los personajes más duros de su carrera. Grace llega al pueblo de Dogville huyendo de unos gánsters donde al principio todos la acogen y esconden de manera bondadosa. Pero pronto empezarán a pedir más por su protección. El retorcido director danés explora aquí la bondad (y la maldad) del ser humano y cómo es capaz de traicionar a sus falsos valores. Eliminando por completo todos los elementos superfluos del decorado, la película parece desnuda, y aunque muchos la tacharon de excesivamente teatral, lo cierto es que desa inquietante puesta en escena hace que sea todavía más turbadora.

 

El antepenúltimo mohicano | Revista de cine independiente.

Park City, Utah.

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CANNES, FRANCE – MAY 16: Director Jim Jarmusch attends the «Paterson» photocall during the 69th annual Cannes Film Festival at the Palais des Festivals on May 16, 2016 in Cannes, France. (Photo by Venturelli/WireImage)