4 motivos para ver El expreso de medianoche, de Alan Parker

Echando la vista atrás, y repasando todas las muescas de su extraña filmografía, es difícil definir la carrera del cineasta británico Alan Parker. Cuatro décadas de trayectoria que, sin embargo, solo ha dejado algo más de una decena de largometrajes. Una filmografía, por otra parte, aún sin cerrar, aunque su última cinta data de 2003, La vida de David Gale. ¿Habrá una última oportunidad de ver una nueva película de Parker? Actualmente, tiene 74 años. Mientras el tiempo da respuesta a esa incógnita, y aprovechando su exhibición en Sundance TV, les damos tres razones para volver a ver un film elemental de los setenta.

  1. Descubrir a un director único

En la filmografía de Alan Parker se combinan hits populares, como Fama (1980) y El muro (1982), con clásicos incuestionables como Birdy (1985), Arde Mississippi (1988) y Los commitment (1991). A este segundo grupo pertenece su segunda película: El expreso de medianoche (1978), que traslada a la pantalla el infierno que vivió Billy Hayes, un joven estadounidense que fue apresado en el aeropuerto de Estambul cuando se disponía a subir a un avión ocultando varios fajos de hachís. Una epopeya que tuvo como canal entre las memorias de Hayes y la dirección de Parker a un intermediario de auténtico lujo, y protagonista, también, esta semana en esta publicación: Oliver Stone; en esta ocasión como guionista. El film, aparte de un gran éxito de taquilla, fue seis veces candidato al Óscar, logrando dos estatuillas al mejor guion adaptado y a la mejor banda sonora. Con El expreso de medianoche descubrimos a un cineasta con personalidad y que quizá mereció mejor suerte a lo largo de su dilatada filmografía.

  1. Banda sonora

La hemos nombrado anteriormente. La banda sonora de Giorgio Moroder es justa ganadora del Óscar de su año. Es una de las mejores partituras en la carrera del compositor transalpino, uno de los primeros músicos que introdujo el sintetizador en el séptimo arte. Se puede escuchar en el siguiente enlace. Dentro del apartado técnico del film, no habría que olvidar el trabajo del camarógrafo Michael Seresin, colaborador habitual de Parker y creador de la atmósfera visual de sus dos últimos largometrajes: Las cenizas de Ángela y la citada La vida de David Gale.

  1. Dirección de actores

Si por algo destaca Alan Parker es por su dirección de actores. En El expreso de medianoche no solo sacaba partido al inmenso talento de John Hurt y Bob Hoskins, también logró extraer una interpretación descomunal del desconocido Brad Davis, que encarna el rol principal. Su ausencia en la temporada de premios, en cambio, fue el augurio de lo que llegaría después: quedó marcado de por vida y encasillado en el papel de Billy Hayes.

  1. Visión de Turquía

La visión de la Turquía de los años setenta, no demasiada lejana de la contemporánea. Una nación que recoge todos los males de Europa y también de Oriente Próximo. El mundo que se retrata en el film de Allan Parker provocó la denuncia de las autoridades y la opinión pública turcas. Un conflicto que traspasó lo gubernamental, con la prohibición de la proyección de la película en las salas. Stone pidió disculpas años después por haber dibujado un panorama tan lamentable.

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