Todo lo que empieza tiene un final. Y el final de este año cinéfilo está a punto de llegar. Como siempre, los Oscar pondrán el punto y final a una temporada de premios y reconocimientos en la que Roma, de Alfonso Cuarón, parece ser la gran favorita, siempre que lo permita Green book, la amable película de Peter Finelly que puede dar la sorpresa y que está arrasando entre el público. Más rezagadas por el premio se han quedado tanto Ha nacido una estrella, dirigida por Bradley Cooper y con Lady Gaga como cabeza de cartel, y La favorita, del siempre interesante director griego Yorgos Lanthimos. Pase lo que pase en la gala de este 24 de febrero (una celebración, por cierto, sin presentador, aunque con el rumor de que Whoopi Goldberg podría ser la presentadora sorpresa), nosotros tenemos unos pequeños deseos indie que, de concederse, nos harían muy felices. Ya sabéis: siempre vamos con los outsiders.
Spike Lee, mejor director por Infiltrado en el KKKlan
Sí, es cierto que en 2016 la Academia le concedió un Óscar Honorífico, pero nos encantaría que Spike Lee se llevase a casa la estatuilla por méritos propios. El gran referente del indie afroamericano, que lo cambió todo con su película Do the right thing, bien merece subir al escenario el próximo domingo para recoger la estatuilla por una película en la que sigue siendo tan provocador y divertido como siempre. La perfecta demostración de que está en plena forma. Alfonso Cuarón, eso sí, no se lo pondrá nada fácil: si logra todos los premios a los que está nominado a título personal (película, director, guion y fotografía), el mexicano podría salir el domingo del Dolby Theatre de Los Ángeles con 4 estatuillas. Tampoco hay que abusar.
Willem Dafoe, mejor actor por Van Gogh, a las puertas de la eternidad
Si no le dieron la estatuilla ni por el sargento Elias en Platoon, ni por el actor medio vampírico Max Schreck en La sombra del vampiro, ni por el gerente Bobby en The Florida Project, ¿qué debe hacer Willem Dafoe para que sus compañeros se rindan de una vez por todas a sus pies? Porque nosotros ya lo hemos hecho. Es uno de los actores más arriesgados de Hollywood y se deja la piel en cada uno de sus papeles. En el último, interpreta a Van Gogh, y sin él la cinta dirigida por Julian Schnabel no sería lo mismo. Con el permiso Rami Malek o de Viggo Mortensen, la estatuilla debería ser para él.
Yalitza Aparicio y Marina de Tavira, mejores actrices por Roma
Nos encantan los recién llegados, los outsiders que nadie sabe muy bien de dónde han salido pero que eclipsan a las grandes estrellas. Es el caso de Yalitza Aparicio y Marina de Tavira. Suya es Roma, la obra maestra que nos ha regalado Cuarón. Para Aparicio es su primera película, y esperemos que vengan muchas más, porque su frágil, minuciosa y minimalista construcción de Cleo es de esas que marcan toda una época. Marina de Tavira tiene muchas tablas a sus espaldas, pero con Roma ha dado el gran salto. En una carrera tan abierta como la de mejor actriz secundaria, Tavira podría dar la sorpresa. Aparicio tendrá más difícil imponerse a la gran Glenn Close, a quien tras 6 nominaciones la Academia ya le debe el premio (es la actriz con más nominaciones que no ha ganado ninguno).
Richard E. Grant, mejor actor de reparto por Can you ever forgive me?
Can you ever forgive me? ha sido la comedia revelación de esta temporada, y aunque muchos echan de menos su nominación a mejor película, sus dos actores protagonistas han tenido más suerte. Por el nombre no reconoceréis a este veterano actor inglés, pero su rostro os sonará: ha aparecido en series como Girls, Juego de tronos, Downton Abbey o Doctor Who. Es de esos secundarios que poco a poco van haciendo su camino y pasan desapercibidos con pequeños papeles que siempre clavan. Por eso nos alegra que por fin le llegue el reconocimiento que merece y, si Mahershala Ali o Sam Rockwell, los dos actores de moda, le dejan, se lleve la estatuilla a casa.
Border, mejor maquillaje y peluquería
Entre todas las nominaciones, hay una pequeña y merecida sorpresa en el apartado de mejor maquillaje y peluquería. Border, la película sueca de Ali Abbasi sobre trolls de la que ya hemos hablado en estas páginas en alguna ocasión, se ha colado por el minucioso trabajo de maquillaje que han realizado Göran Lundström y Pamela Goldammer para recrear los rostros de unos seres que, aunque de apariencia humana, tienen una serie de rasgos que los hacen tremendamente inquietantes. Un trabajo que consigue meternos de lleno en la atmósfera extraña de la cinta y que bien merecería el reconocimiento.
Park City, Utah.
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