5 escenas inolvidables del cine independiente del Nuevo Milenio

Podríamos empezar y no terminar. Definir lo que llevamos de Nuevo Milenio cinematográfico independiente con unas pocas escenas es un imposible. Aun así, y teniendo en cuenta el número de películas que dejamos a un lado, nos armamos de valentía y seleccionamos cinco escenas capitales de filmes que se han convertido ya en clásicos para la cinefilia

 

Por supuesto, no podríamos obviar a Richard Linklater, uno de los grandes renovadores del circuito independiente en los últimos treinta años. Jesse y Celine, los protagonistas de su trilogía «Antes de…», pudieran representar la iconografía del cine de bajo presupuesto en las últimas décadas De entre todas las imágenes que conforman su larga historia de amor, nos quedamos con esta travesía por un canal parisino en Antes del atardecer (Before Sunset, 2004).

 

 

Y qué decir de la siguiente. Al igual que Linklater, Sofia Coppola es un nombre obligatorio en este listado. Podríamos haber seleccionado cualquiera de Las vírgenes suicidas, pero el final de Lost in Translation, uno de los mejores de la historia del cine, es de los que deja huella. Cómo resistirnos… (a todo esto, ¿qué le dirá Bob a Charlotte?).

 

 

La penúltima ganadora del Óscar a mejor película nos descubrió a un narrador mayúsculo: Barry Jenkins. Recordamos una de sus escenas más representativas, con un soberbio Mahershala Ali, ganador del Óscar a mejor actor secundario.

 

 

Pero, ¿qué es esto? ¿Drive es independiente? Presupuestariamente –no llega a los 15 millones— lo es, lo que nos permite incluir una de las escenas más sobrecogedoras de los últimos años. La carta de presentación en el cine mainstream de Nicolas Winding Refn es uno los clásicos de culto neomilénico cuyo magnetismo ha acercado a las nuevas generaciones el cine de autor desde un punto de vista esteticista.

 

 

Hablábamos de Jenkins, y no podíamos olvidarnos de su coetáneo Damien Chazelle, quien ganó el Festival de Sundance con Whiplash antes de hacerse mundialmente conocido con su tercera película, La La Land. ¿Cómo olvidar a ese duro mentor personificado por J.K. Simmons? Not quite my tempo.

 

El antepenúltimo mohicano.

Park City, Utah.

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