5 grandes directores de fotografía de la historia 

El 24 de junio es el cumpleaños de Vittorio Storaro, uno de los grandes directores de fotografía de nuestra época, responsable de títulos tan emblemáticos como Apocalypse Now (1979) o Rojos (1981) y colaborador habitual de Bertolucci, Saura y, últimamente, Allen. En SundanceTV nos parece una ocasión perfecta para hacer una selección de 5 grandes directores de fotografía de diferentes lugares y épocas. Y así damos un poco de luz –nunca mejor dicho– a uno de los oficios del cine que más determina la calidad artística final de las películas.

Fritz Arno Wagner (1889-1958)

La brillante cinematografía alemana del período de entreguerras no se entendería sin su concurrencia ni de la Karl Freund; y es que Wagner dotó de aliento no solo al expresionismo, de atmósferas oscuras, opresivas y siniestras, sino también a una fisicidad gris y naturalista que abogaba por una vuelta al realismo. De la fusión de ambas estéticas nacería el film noir de la posguerra. Entre sus trabajos más memorables se cuentan Nosferatu (1922) de Murnau, Cuatro de infantería (1930) de Pabst o M, el vampiro de Düsserdolf (1931) de Lang.

Jack Cardiff (1914-2009)

Conocido como el “gran maestro del color” (o, más concretamente, del Tecnicolor), este británico se halló vinculado al cine desde la infancia, pues debutó como actor con tan solo cuatro años. En su dilatadísima carrera, que se extiende a lo largo de casi siete décadas, donde también fue realizador de 13 largometrajes, trabajó a las órdenes de algunos de los grandes de Hollywood, como Hitchcock, Huston, Mankiewicz o Vidor. Sin embargo, su prestigio se debe, sobre todo, a su colaboración con Michael Powell y Emeric Pressburger, y al derroche de ingenio que destila A vida o muerte (1946), la sensualidad de Narciso negro (1947) y el inmenso espectáculo visual que es Las zapatillas rojas (1948).

Sven Nykvist (1922-2006)

De origen sueco, fue el maestro en el arte de reducir la fotografía cinematográfica a sus elementos más simples, con lo que dotó las imágenes de los filmes en los que trabajó de una textura minimalista y sencilla, que resaltaba los tonos naturales del ambiente y, especialmente, del rostro humano. No es de extrañar que fuera el colaborador habitual de Ingmar Bergman, tanto en sus trabajos en blanco y negro como en color, y que contaran con él otros de los grandes del séptimo arte: Andrei Tarkovsky, Woody Allen, Roman Polanski, Louis Malle…

Raoul Coutard (1924-2006)

Uno de los grandes artífices de la Nouvelle Vague, como lo prueba su colaboración recurrente con Jean-Luc Godard, y también con François Truffaut, consolidó un estilo de inclinación espontánea y hasta caótica, marcado por la búsqueda de nuevos enfoques y el uso de iluminación natural. Dos de sus técnicas habituales fueron la fotografía granulada y el aumento del contraste en el revelado. Asimismo, aplicó al relato de ficción elementos del reportaje periodístico, como paneos rápidos o la movilidad de la cámara en busca de la acción. Entre sus trabajos para otros autores destacan Z (1969) de Costa-Gavras o Salvaje inocencia (2001) de Philippe Garrel.

Néstor Almendros (1930-1992)

Cerramos la lista con el director de fotografía español de mayor proyección. Colaborador habitual de Éric Rohmer y del último Truffaut, el reconocimiento internacional le vino de la mano de Terrence Malick y su Días del cielo (1978), donde la dirección fotográfica alcanzó una de sus máximas cotas expresivas. La concepción del arte fotográfico de este barcelonés criado en Cuba se basaba en la sutileza y el detalle, al mostrar las cualidades poéticas y narrativas inherentes a los espacios retratados. Otros de sus trabajos famosos son La decisión de Sophie (1982) o En un lugar del corazón (1984).

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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