5 películas sobre la felicidad, celebrando el día mundial de la misma

Es posible que no supieras que el 20 de marzo es el Día Mundial de la Felicidad. Ni que la ONU lo declaró como tal en 2013, gracias a una iniciativa del Bután, que considera la Felicidad Nacional Bruta más importante que su PIB. En cualquier caso, saberlo ya te habrá hecho sonreír. Porque de eso se trata: de un día para que te sientas bien y evites quebraderos de cabeza; para que te llenes de buenas vibraciones y celebres el placer de estar vivo. Por si acaso tienes el ánimo un poco caído, en SundanceTV te proponemos 5 películas que te harán darle la bienvenida como se merece al día más risueño del calendario.

El sabor de las cerezas, de Abbas Kiarostami (1997)

Somos conscientes de que, a simple vista, la historia de un hombre que quiere suicidarse y busca desesperadamente a alguien que dé sepultura a su cuerpo no parece muy apropiada para esta entrada de nuestro blog. Pero ten un poco de paciencia: pronto descubrirás que esta obra maestra del realizador iraní es un recordatorio, tan sincero como profundo, de los miles de motivos que hay para ser feliz.

The Straight Story: Una historia verdadera, de David Lynch (1999)

Creador de una filmografía críptica y desasosegante, que linda con el terror psicológico, Lynch sorprendió a propios y extraños con esta emotiva historia, basada en hechos reales, de un anciano que cruza los Estados Unidos en una cortadora de césped para reunirse con su hermano. Canto a las cosas realmente importantes de la vida, como los amigos o la familia, la obra cuenta con una preciosa fotografía, unos hipnóticos movimientos de cámara y una inolvidable partitura de Angelo Badalamenti, músico habitual del realizador.

Happy, un cuento sobre la felicidad, de Mike Leigh (2008)

Como en otras obras del director inglés, la película narra con un estilo realista, y a medio camino entre la comedia y el drama, la historia de Poppy (Sally Hawkins), una maestra de escuela londinense empeñada en afrontar los reveses de la vida con un optimismo a prueba de bombas. Exasperante y a la vez admirable, la inolvidable protagonista del relato dibuja una continua sonrisa en el espectador y lo anima a seguir su ejemplo.

La vida es un milagro, de Emir Kusturica (2004)

No podía faltar en esta lista el director serbio, especialista en celebrar con un tono grotesco y desmesurado los placeres de la existencia, incluso en coyunturas tan difíciles como las de una guerra. Precisamente ambientada en el conflicto bélico de los Balcanes de los años 90, la película gira en torno a las desventuras de Luka (Slavko Stimac), que, en apariencia, pasa de una vida acomodada y feliz a perderlo todo. Pero la verdadera felicidad radica en el valor que se le da a cualquier vida humana.

El Havre, de Aki Kaurismäki (2011)

Inevitable era también la aparición de Kaurismäki, cuya filmografía relata, básicamente, cómo obtener la felicidad en los ambientes menos propicios para ella. La relación entre un limpiabotas francés, Marcel Marx (André Wilms), e Idrissa (Blondin Miguel), un inmigrante senegalés sin papeles, es narrada con el humor surrealista y la ternura hierática marca de la casa. Canto a la bondad de los individuos frente a la estupidez del sistema, su componente milagroso evoca al Capra de Qué bello es vivir (1946) o al De Sica de Milagro en Milán (1951), dos clásicos, justamente, sobre la felicidad.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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