Alé, alé ! 4 películas francesas para celebrar la victoria en el Mundial

Han tenido que pasar 20 años para que la selección bleu se vuelva a alzar con el codiciado trofeo de campeones del Mundo. Para celebrar tal logro, destacamos 4 películas francesas de los últimos 20 años que nos ayudan a entender la siempre interesante cinematografía contemporánea de nuestro país vecino.

Declaración de guerra, de Valeria Donzelli (2011)

Partiendo de una experiencia personal, Declaración de guerra comienza siendo una película romántica para convertirse en un drama familiar de primera línea. La historia de Julieta y Romeo, que tras conocerse en un bar empiezan una relación que va viento en popa, se ve truncada cuando a su hijo de dos años le diagnostican cáncer. Una película que, pese a la dura historia que cuenta, nunca se deja llevar por el drama exacerbado y termina siendo una oda a la vida y al amor.

Eden, de Mia Hansen-Love (2014)

Eden es de esas películas indispensables para entender parte de la historia moderna de un país. En el París de los 90, el joven Paul empieza a dar sus primeros pasos en la escena nocturna como DJ. A través de sus experiencias, Hansen-Love construye una película generacional que captura un momento de exaltación y hedonismo, de una felicidad etérea que parece infinita, pero que pronto se verá interrumpida por el bajón de la realidad.

Holy Motors, de Leos Carax (2012)

Quizás la película más polarizante y extraña de los últimos años. Es la narración de un día en la vida de un hombre con múltiples personalidades: un ejecutivo, un mendigo, un asesino, un monstruo… La representación de un mundo cambiante como si de una gran obra de teatro se tratase, como la comedia absurda y esperpéntica de nuestra realidad. Ojo con la escena final, protagonizada por una decena de limusinas con ganas de conversación.

La clase, de Laurent Cantet (2008)

Esta Francia diversa que ha ganado el Mundial tiene su reflejo en las aulas en la película La clase, de Laurent Cantet. Una propuesta realista a medio camino entre el documental y el cine social que emociona por su verdad y honestidad. En el fondo, habla de la formación de las futuras generaciones y de la identidad multicultural de la Francia actual.

El antepenúltimo mohicano.

Park City, Utah.

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