Anhelando Cannes: las mejores películas de Un Certain Regard

Ya les comentábamos la semana pasada, a propósito de nuestro artículo sobre la Quincena de Realizadores, que son malos tiempos para la certidumbre; y más en materia de festivales. Por el momento, como no podría ser de otra forma, Cannes se resiste a dar por perdido 2020. Ya sabemos que las asociaciones paralelas han cancelado sus entregas; pero la oficial sigue quemando naves. Dentro de esta figura Un Certain Regard, considerado el segundo apartado en importancia del certamen galo.

De celebrarse, algo cada vez más remoto, es probable que el efecto rebote que provoca la no participación de la Quincena y la Semana, enriqueciera la programación de Un Certain Regard, hueco habitual bien para jóvenes autores que presentan su primera o segunda película, bien para obras a priori menores de cineastas de prestigio. No sería de extrañar por tanto que visitaran la sección este año autores como Lee Isaac Chung –ganador de Sundance 2020 con Minari— o Kogonada –que debutó precisamente en Park City— pero sin descartar a potenciales cabezas de cartel.

Mientras esperamos la llegada de noticias, y aprovechando el Especial Cannes de Sundance TV, elegimos las mejores películas que han pasado por la historia de Un Certain Regard. Anoten.

El festín de Babette (1987)

Tras una larga carrera que lo situó como uno de los grandes directores de la historia de Dinamarca, Gabriel Axel, en el ocaso de su trayectoria, logró su mayor éxito con esta cinta de época que adapta la historia de Karen Blixen y nos ubica en una aldea de la Dinamarca del siglo XIX donde unas hermanas recuerdan su juventud mientras afrontan la deriva del presente. Un filme que ganó el Oscar a mejor película de habla no inglesa.

Teniente corrupto (1992)

Película de culto del gran Abel Ferrara que versionó un par de décadas más tarde Werner Herzog. Un entregado Harvey Keitel da vida a un agente de policía de dudosa moralidad y ahogado por las deudas de juego que decide redimirse con la investigación del caso de una monja que ha sido violada. Es una de las obras maestras del cine autoral de los 90, ganadora del Independent Spirit Award al mejor actor.

El olor de la papaya verde (1993)

Tran Anh Hung, realizador vietnamita radicado en Francia, es uno de los cineastas asiáticos más inclasificables y sugerentes que han surgido en las tres últimas décadas. El olor de la papaya verde es el primer gran hito de su filmografía, con el que ganó la Cámara de Oro (premio a la mejor opera prima) del Festival de Cannes y fue nominado al Oscar de la categoría extranjera. Es cierto que la carrera de Anh Hung nunca superó su primer trabajo pero su prestigio se mantiene intacto en el circuito internacional.

Sydney (1996)

Cinta debut de un gigante: Paul Thomas Anderson, con la que además fue candidato a cinco Independent Spirit Awards. Sydney, protagonizada por Philip Baker Hall, John C. Reilly, Gwyneth Paltrow, Samuel L. Jackson y Philip Seymour Hoffman, es un fantástico neo-noir sobre el mundo del juego que nos presentó al, probablemente, gran cineasta del siglo XXI. Una afirmación que, por otro lado, a nadie se le pasó por la cabeza en su premiere en la riviera francesa.

Canino (2009)

De entre todas las integrantes de este listado, Canino, segunda película de Yorgos Lanthimos tras Kinetta (2005), es la cinta más conocida. Su arribo supuso un enorme impacto entre la cinefilia: un autor con voz y universos propios que busca el desasosiego en el espectador de forma constante. Canino ganó el premio a la mejor película de Un Certain Regard en 2009, fue nominada al Oscar foráneo y candidata a los European Film Awards. Ahora mismo Lanthimos es uno de los realizadores extranjeros más requeridos por los grandes estudios estadounidenses.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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