Curiosidades sobre Peter Sellers por el aniversario de su muerte

Un 24 de julio de 1980 nos dejaba Peter Sellers, uno de los más grandes actores cómicos de la historia. Aunque el papel que encarnó más veces fue el del incompetente y entrañable inspector de policía Jacques Clouseau, su registro interpretativo queda de sobras probado en roles tan diferentes como los de Lolita (1962), Un cadáver a los postres (1976) o Bienvenido, Mr. Chance (1979). Para homenajearle, os dejamos con algunas curiosidades sobre este genial actor inglés.

Infancia difícil

Hijo de un matrimonio de actores, mantuvo una gran relación con su madre, al contrario que con su padre, quien siempre lo menospreció. Se llamaba Richard Henry, pero el nombre con el que saltaría a la fama, que era también con el que sus padres se dirigían a él, en realidad pertenecía a su hermano mayor, nacido muerto antes de que él viniera al mundo.

El mito del payaso triste

Quizás estos antecedentes familiares expliquen que Sellers encarne a la perfección el mito del payaso triste, es decir, capaz de hacer reír a millones en la gran pantalla pero profundamente infeliz en lo personal. Y es que tenía un carácter tan inestable –depresivo e inseguro, drogodependiente, con ataques de histeria y violencia– que ello le condujo a cuatro matrimonios desastrosos y a una nefasta relación con sus hijos.

Experto en el arte de improvisar y desdoblarse

Tras su paso triunfal en la radio y en la TV británicas como uno de los miembros del trío cómico The Goons, inició su carrera en el cine con pequeños papeles que aprovechaban su vis cómica. Aunque ya despuntó en El quinteto de la muerte (1955), su primer rol importante fue en Un golpe de gracia (1959), en la que interpretó a los tres protagonistas, uno de ellos mujer. Ello explica que Stanley Kubrick lo escogiera para su Teléfono rojo: ¿Volamos hacia Moscú? (1964), donde en principio Sellers tenía que encarnar a 5 personajes, aunque al final solo hiciera 3. Además, el actor era famoso por su capacidad de improvisación y, de hecho, cuenta con el honor de haber sido el único a quien Kubrick permitió improvisar en sus películas.

Inicios musicales

Su primera incursión en el mundo del showbusiness fue como batería de una banda de jazz; y se le daba tan bien que recibió numerosos elogios de la crítica. Se retiró cuando los bolos empezaron a escasear. Años después, grabaría un LP con la actriz italiana Sophia Loren, titulado Peter & Sophia, que contó con el hit “Goodness Gracious Me”.

Los Beatles y Sellers, grandes amigos

Peter Sellers grabó varios discos como monologuista cómico, que fueron producidos por George Martin. Se inició así una estrecha relación con este productor, lo que le llevaría a conocer a George Harrison y Ringo Starr. Fue tanto el buen rollo que surgió, que el actor les rindió un homenaje con una versión cómica de la canción “A Hard Day’s Night”, que interpretó como si fuera el Ricardo III de Shakespeare. El cuarteto, por su parte, lo distinguió como uno de los primeros en recibir una maqueta del White Album.

De peculiares creencias

Profundamente supersticioso, tenía una fobia patológica al color verde –que le daba “malas vibraciones”– y al púrpura. Esta última aversión fue gentileza de Vittorio de Sica, quien, durante el rodaje de Tras la pista del Zorro (1966), le informó de que era “el color de la muerte”. Asimismo, creía en los espíritus y tomaba las principales decisiones de su vida siguiendo los consejos de Maurice Woodruff, su astrólogo de cabecera.

Récord de infartos

Peter Sellers moriría de un ataque al corazón en 1980, pero no era el primero que padecía; ya en 1977 había tenido otro. Sin embargo, la peor experiencia con esta enfermedad –agravada por las drogas y un ritmo de trabajo demencial– la vivió durante el rodaje de Bésame, tonto (1964) de Billy Wilder, que tuvo que abandonar porque sufrió nada más y nada menos que 13 infartos, en uno de los cuales fue declarado muerto durante un minuto y medio.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

Más en el blog: Grandes actores secundarios actuales en conmemoración de Anthony Quinn