"Dieciochopuntocero", el misterio de una leyenda hecha webserie

Terminamos nuestro terrorífico mes con un último escalofrío de verano, Dieciochopuntocero. Nos adentramos, así, en un nuevo proyecto dentro de nuestra sección de Jóvenes Cineastas, dedicada a descubrir toda aquella actividad que se cuece con ilusión, fuerza y una manera original de salir adelante. Hoy, además, volvemos a la webserie, un formato que cada vez tiene más fuerza y del que habíamos hablado anteriormente con Libres.

Dieciochopuntocero nos introduce en el misterio y el terror. La historia parte de la leyenda de Carmen Arrabal, una chica que murió bajo extrañas circunstancias a una temprana edad. Para saber la veracidad de la leyenda, cinco antiguos alumnos se encierran una noche en un colegio sevillano, grabando y registrando cualquier suceso paranormal.

Hablamos con Julio Vera García, director y guionista de la webserie para que nos cuente cómo está siendo su experiencia.

¿Cómo surgió Dieciochopuntocero?

Estábamos grabando un cortometraje en el mismo colegio por la noche. Nos dimos cuenta de la sugestión que provoca estar encerrado en tal sitio a esas horas y empezamos a recopilar las historias del colegio que nos habían contado cuando éramos alumnos. Al principio pensé escribir una novela, pero cuando vi que tenía un escenario ilimitado y la oportunidad de poder grabarlo en el colegio lo planteé como una serie.

¿Cómo empezaste a moverlo una vez que ya lo teníais escrito? ¿Con qué dificultades te encontraste en el camino?

La serie está escrita entera, pero es un guión vivo, al principio tienes muy claro todo lo que quieres grabar, pero las circunstancias van modificando la trama. Muchos días perfectos para grabar no podía porque dependo de un equipo al que no le puedo exigir lo que le exigiría en otras circunstancias. No obstante, la trama está concebida de principio a final y eso no se ha modificado, pero ni siquiera los propios actores conocen qué es lo que van a rodar a más de dos capítulos ni cuál es el final.

Con las dificultades de disponibilidad y la obligación de tener que grabar por la noche, ¿cuál ha sido el ritmo de rodaje?

El primer capítulo lo estrenamos en junio de 2012. Tenemos ahora mismo el sexto editado, está en proceso de etalonaje y ajustando el sonido para lanzarlo en septiembre. Hemos estado rodando una media de un capítulo cada dos meses. La primera vez que empezamos fue cinco meses antes de rodar el primer capítulo porque queríamos hacer un despliegue de comunicación y difusión antes del estreno del piloto. Queríamos que la gente supiera y conociera  quién era Carmen Arrabal, la protagonista de la leyenda y Dieciochopunto, mucho antes incluso de que existiera un tráiler.

¿Qué plan de financiación teníais?

Básicamente, no teníamos presupuesto y veíamos inviable conseguir financiación, y más con la situación que nos rodea. Empezamos con una serie de patrocinadores y cobran mucha importancia en la serie la peluquería y el maquillaje, ya que los problemas de continuidad son muy grandes y los actores necesitan mantener el raccord, ya que se supone que transcurre todo en una noche. Esa colaboración del patrocinio es la que nos ha ayudado a disponer de medios para poder rodarlo. Hemos recurrido además a métodos creativos y rudimentarios para no hacer un derroche de dinero. ¡Si tienes que inventarte un travelling con dos patinetes habrá que inventárselo!

Rodeados de tal tensión, ¿podrías contarnos alguna anécdota?

El primer día que fuimos a hacer foto fija para hacer localizaciones de las distintas escenas que íbamos a grabar, había un cámara nuevo que salió corriendo. Habían hecho una foto a la puerta del servicio de los profesores y el equipo decía que aparecía una silueta. Al día siguiente, cuando habían visto esa supuesta silueta en la foto volvieron a hacer fotos y cada vez que hacían una nueva fotografía, el secador de manos del baño empezaba a funcionar. La gente se paralizó. Nos acercamos y nos quedamos un poco extrañados.

El que busca algo paranormal lo termina encontrando, pero la mayoría de las veces, todo tiene una justificación. Resulta que, al tirar las fotografías con flash, el flash lanza fotones que captaba el secador y los interpretaba como luz y que algo entraba por debajo para ponerse en funcionamiento, pero estás en un colegio encerrado y te encuentras con esta situación y sugestiona mucho.

¿Qué consejos podrías dar a quién esté pensando en comenzar un proyecto de este estilo?

Si te gusta el mundo audiovisual, tienes que tirarte al charco y luchar al máximo. Sé que estamos en uso días muy malos para conseguir financiación de cualquier tipo, pero  siempre le digo a mi equipo que seamos pacientes. Es un mundo complicado, pero la satisfacción al ver el producto final es muy grande.

Nunca es tarde. Yo tengo ahora mismo 38 años, he empezado muy tarde para dedicarme a “jugar” con la cámara por las noches, pero cuando tienes un sueño tienes que partirte la cara por ese sueño. Tarde o temprano, seguirán pasando los días y te preguntarás qué hubiera pasado si lo hubieras intentado.

Podéis empezar a ver aquí el primer capítulo.