El cine de la Nueva Italia: sus mejores películas

Las industrias cinematográficas italiana y española comparten numerosas concomitancias e inercias. Para empezar, ambas tienen un marcado carácter localista, con numerosos trabajos anuales que retratan la idiosincrasia nacional y que tiene como respuesta la gran aceptación del público, que suele ir en masa a las salas. También, ambas cuentan con un tejido autoral de prestigio. Si España tiene a Pedro Almodóvar, Oliver Laxe o Jaime Rosales; Italia a Paolo Sorrentino, Luca Guadagnino, Matteo Garrone o Alice Rohrwacher, herederos en cierta medida de creadores tan representativos como Marco Bellocchio, Bernardo Bertolucci, Ettore Scola o Giuseppe Tornatore.

Con sus claroscuros, la ficción italiana sigue manteniendo su relevancia en el concierto internacional, siendo muy habitual en las competiciones por los grandes premios del circuito europeo. Su buena salud se traduce en la producción televisiva, que cada vez exporta más series al viejo continente. Es el caso de Non mentire, su joya más reciente –la pueden ver en Sundance TV— y última representante de las nuevas perspectivas ficcionales transalpinas. A propósito de esta miniserie de Gianluca Maria Tavarelli, seleccionamos las obras más interesantes surgidas a partir de su última generación de narradores.

Antonia (2014)

A muchos no les sonará el nombre de Ferdinando Cito Filomarino, un joven realizador a la sombra, como segunda unidad, de Luca Guadagnino. Filomarino debutó en el largo con esta preciosa carta de amor al legado de Antonia Pozzi, una de las poetisas italianas más importantes, que murió demasiado pronto pero que dejó una obra atemporal sobre el dolor de una generación a la deriva. El filme, que compitió por el Globo de Cristal del Festival de Karlovy Vary, contó con una excepcional Linda Caridi para el papel principal.

Suburra (2015)

Éxito tanto en Italia como en España de esta traslación del best-seller de Carlo Bonini y Giancarlo De Cataldo, que da vida y cuerpo a la mafia italiana que impera en las noches romanas. Un dibujo realista sobre un mundo en aparente decadencia pero que no deja de evolucionar y transformarse. Su director, Stefano Sollima, a raíz de su impacto, fue reclamado por Hollywood para crear la notable secuela de Sicario de Denis Villeneuve: El día del soldado.

A ciambra (2017)

Drama neorrealista que nos ubica en la comunidad gitana para contarnos la historia de Pío, un adolescente de 14 años que ha crecido bajo la influencia de su hermano mayor, un matón de poca monta. Cuando este ingresa en prisión, el joven intenta demostrar su hombría en un mundo dominado por la sangre y la testosterona. Confirmación de Jonas Carpignano, ilustrador de la Nueva Italia.

Lazzaro feliz (2018)

Alice Rohrwacher nos enamoró con las bellas pero irregulares Corpo Celeste (2011) y El país de las maravillas (2017). Su gran momento llegó con Lazzaro feliz, un filme que contiene algunas de las taras habituales de su cine pero también está dotado de una profundidad inédita hasta entonces. Una de las obras que mejor retrata el paso del mundo rural a ese urbano que representa al capitalismo salvaje en el que vivimos. Una cinta hermosa y emocionante sobre un mundo en extinción.

Martin Eden (2019)

Descubrimos a Pietro Marcello con el excepcional falso-documental Bella y perdida (2015). Su primer largometraje de ficción es la traslación de una novela tan compleja como excepcional: Martin Eden, de Jack London. Un fascinante Luca Marinelli encarna a este marinero insertado por accidente en la burguesía italiana del primer tercio del siglo XX que encuentra la gloria a través de las letras. Una obra maestra que esperemos que pronto llegue a las pantallas españolas.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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