Filmes que giran en torno a un viaje

El verano es la estación en la que más se viaja; es posible que ahora mismo estés leyendo estas líneas y te encuentres de camino a un destino fuera de tu residencia acostumbrada, bien sea tu lugar de veraneo habitual, bien un sitio nuevo. En todo caso, el cine se ha dejado a menudo fascinar por la narración de viajes que evocan el propio sendero de la vida. Recopilamos para ti algunas de las películas más interesantes que cuentan como leitmotiv con un viaje.

Sucedió una noche, de Frank Capra (1934)

Clásico entre los clásicos de la screwball comedy, no ha perdido nada de su frescura hoy en día, quizás por tratarse de una de las últimas producciones de la época en operar sin el código Hays. El viaje en un autobús interestatal en el que se conocen los protagonistas, Ellie (Claudette Colbert) y Peter (Clark Gable), hace nacer otro viaje diferente: el del amor. Trama copiada hasta la saciedad en el ámbito de la comedia romántica, la obra de Capra posee una gracia que ya quisieran para sí el 99% de filmes genéricos.

Dos en la carretera, de Stanley Donen (1967)

Para poder hablar con enjundia de las relaciones de pareja sin por ello realizar un dramón de tomo y lomo, el ingenioso guion de Frederic Raphael y la dinámica dirección de Stanley Donen se sirvieron de la narración en paralelo de varios viajes por carretera del matrimonio protagonista, Mark y Joanna Wallace (Albert Finney y Audrey Hepburn), construyendo una metáfora sobre la vida y el amor como una senda llena de obstáculos, pero en la que siempre resulta más fácil superarlos si no nos olvidamos de la persona que nos acompaña.

El viaje a ninguna parte, de Fernando Fernán Gómez (1986)

Primera cinta de la historia galardonada con el Goya a la Mejor Película, homenajea el oficio de interpretar, y más concretamente, a los denominados “cómicos de la legua”, actores que llevaban el teatro, y su capacidad para evadir e ilusionar, por la España profunda antes del triunfo del cine. Junto al retrato de la realidad de la posguerra, también contiene una reflexión sobre el paso del tiempo y el poder de la memoria.

Antes del amanecer, de Richard Linklater (1995)

El encuentro entre Céline (Julie Delpy) y Jess (Ethan Hawke) en un tren es el punto de partida de una de las trilogías más lúcidas y sensibles de la historia. Y tanto la cinta que la abre como la que la cierra –en la de en medio, la protagonista femenina no se mueve de su lugar de residencia– describen un viaje: Antes del amanecer, un improvisado tour por Viena, y Antes del anochecer (2013), una estancia en una villa griega. Imprescindible para recordar que el romanticismo no tiene por qué estar reñido con la inteligencia.

Lost in Translation, de Sofia Coppola (2003)

Esta historia de amor platónico entre dos americanos completamente aislados y perdidos en Tokio, la joven licenciada en filosofía Charlotte (Scarlett Johansson) y el actor en horas bajas Bob (Bill Murray), atesora, con aparente ligereza y notas de amable humor, temas tan importantes como la soledad, el desamor, la pérdida, la renuncia y el miedo, y, nuevamente, el cambio de aires confirmará el final de un camino y el inicio de otro.

Hacia rutas salvajes, de Sean Penn (2007)

Posiblemente, este biopic sobre Chris McCandless (Emile Hirsch) no es el mejor trabajo como realizador de Penn, pero resulta innegable su poder de fascinación, gracias a la inspiradora historia de autodescubrimiento de su joven protagonista, quien, teniéndolo todo en la vida para triunfar, desde un punto de vista netamente materialista, renuncia a su “futuro dorado” para ir por sus propios medios hasta Alaska, donde planea vivir en contacto con la naturaleza.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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