En esta última década se mira con más nostalgia que nunca al movimiento del Mayo del 68. Vivimos en una sociedad entregada sin reservas al consumismo, que vive obnubilada con un espejo enfrente de su ombligo. En plena pandemia, el concepto de sociedad, justamente, se tambalea, fruto, entre otras cosas, de la apatía que emerge del individualismo más severo, que nos hace incapaces de mirar por los demás. ¿Es posible un Mayo del 68 en la actualidad? Se preguntan muchos ideólogos. Sin irnos más lejos tenemos el ejemplo en España del 15M. Un movimiento que le devolvió la ilusión a la gente más joven. Sin embargo, de aquellas promesas solo queda, como siempre, lodo. Algo que se repite en otras corrientes populares a lo largo del globo. Se ha perdido esa furia; ya todo se reduce a likes y retuits. Poco queda de ese Mayo del 68 que se extendió por el viejo continente salvo los libros y el cine. Y, ahí, en la pantalla, es donde vemos las claves de esta revuelta que cambió un país; también la imposibilidad de trasladarla al presente. A continuación, y dentro del ciclo de «Otro mundo es posible», os hablamos de cinco filmes desarrollados argumentalmente con esta cadena de protestas como fondo.
El fondo del aire es rojo (1977)
Navegar sobre el legado audiovisual de Chris Marker es uno de los grandes placeres que puede vivir un cinéfilo. Y, en cierta medida, así nos sentimos al ver este documental de tres horas que firmó Christian François Bouche-Villeneuve –su verdadero nombre. Un acercamiento sincero y homenajístico, que aborda la importancia de la memoria atendiendo a todas las corrientes que cambiaron el mundo a finales de los años 60. Una obra capital.
Milou en mayo (1990)
Otro clásico del cine francés, Louis Malle, dirige este filme ambientado en una zona rural. En una pequeña villa, tras la muerte de la materfamilias, Émile invita a todos sus parientes al funeral. Un acto que, en pleno Mayo del 68, servirá para reflexionar sobre los aciertos y contradicciones de estas revueltas que parecían moldear a la sociedad francesa. El gran Michel Piccoli y la actriz Miou-Miou son sus protagonistas.
Soñadores (2003)
No son pocas las veces que este clásico de Bertolucci aparece en esta publicación. Una obra fascinante conformada por tantas capas que cada visionado es una aventura. Las vivencias de estos tres jóvenes interpretados por Eva Green, Michael Pitt y Louis Garrel se encuadran previas a las huelgas en la capital gala. Es la historia de dos hermanos que conocen a un estudiante estadounidense en un cine de la capital y con el que compartirán una serie de experiencias de aprendizaje que se graban a fuego.
Los amantes habituales (2005)
Y hablando de los Garrel, no podía faltar Philippe, unos de los hijos de la Nouvelle vague que nos sigue regalando en la actualidad grandes películas –está pendiente de estreno The Salt of Tears, que se presentó en la pasada Berlinale. Los amantes habituales, protagonizada por Louis Garrel y Clotilde Hesme, es otra de las aristas de su maravillosa filmografía. Ambos dan cuerpo a este relato de amor que nació precisamente con una mirada en el fragor de la batalla y que continuará un año después de esta.
Después de mayo (2012)
La podrán ver durante este mes en Sundance Televisión. Muestra de la mejor versión de Olivier Assayas. Un cineasta irregular pero siempre de obligado visionado. Lola Créton –inolvidable en Un amor de juventud de Mia Hansen—, Dolores Chaplin, Victoria Ley e India Menuez interpretan a un grupo de jóvenes que busca cambiar su mundo a través de la intelectualidad y la radicalidad hasta que las ambiciones personales se cruzan con sus ideas. Un filme premiado al mejor guion en la Mostra de Venecia de 2012.
Park City, Utah.
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