Las 5 mejores películas de los hermanos Taviani

El pasado 15 de abril falleció a los 88 años Vittorio Taviani, uno de los regeneradores del neorrealismo cinematográfico italiano que, junto a su hermano Paolo, Ettore Scola, Bernardo Bertolucci y Giuseppe Tornatore, tomaron el testigo de los estandartes de la Edad Dorada de la ficción transalpina encabezada por Roberto Rossellini, Federico Fellini, Luchino Visconti y Vittorio de Sica, ampliando el patrimonio de una industria clave dentro de la factoría autoral europea.

El cine de los hermanos Taviani se caracteriza por su alto contenido político y por su vínculo con el pueblo llano, algo que les hizo habituales en las secciones oficiales de los certámenes más importantes del panorama del viejo continente. Con la muerte del mayor de los Taviani, se cierra una filmografía que siguió añadiendo muescas en los últimos años, con el estreno de filmes como Maravilloso Boccaccio (Maraviglioso Boccaccio, 2015) y Una questione privata (2017), protagonizada por el excelso Luca Marinelli y aún inédita en España. ¿Será esté el último filme con apellido Taviani? El tiempo dirá.

A continuación, les presentamos cinco películas indispensables con su firma.

Padre patrón (Padre Padrone, 1977)

Su primer gran hito internacional, ganador de la Palma de Oro y del premio FIPRESCI del Festival de Cannes. Omero Antonutti y Saverio Marconi protagonizan esta fábula sobre las relaciones paterno-filiales que retrata la férrea disciplina que impone un campesino a su hijo, alejándole de la escuela y de una nueva realidad social.

 

La noche de San Lorenzo (La notte di San Lorenzo, 1982)

Cinta ganadora del Gran Premio del Jurado y Premio del Jurado Ecuménico del Festival de Cannes y triunfadora de los premios David di Donatello que concede la academia italiana. Antonutti repite en la historia sobre la marcha de un pueblo toscano huyendo del bombardeo de la aviación nazi en la II Guerra Mundial.

 

Caos (Kaos, 1984)

Una vez más, Omero Antonutti y Margarita Lozano, actor y actriz fetiches de la primera etapa de la filmografía del tándem realizador, encabezan este políptico que adapta los relatos del dramaturgo Luigi Pirandello. Obtuvo los premios a la mejor producción y guion en los Davide di Donatello de su año.

 

Good morning, Babilonia (Good Morning, Babylon, 1987)

Es la propuesta más comercial de su filmografía. De nuevo, con Antonutti y Lozano, esta vez secundando los roles principales encarnados por Vincent Spano, Joaquim de Almeida, Greta Scacchi y Désirée Nosbusch. Narra la fortuna de dos hermanos que, tras triunfar en Hollywood construyendo decorados para D.W. Griffith, deben luchar en la II Guerra Mundial en bandos opuestos. Fue presentada en la sección oficial, fuera de concurso, del Festival de Cannes.

 

César debe morir (Cesare deve morire, 2012)

Es su último gran éxito crítico, amparado además en la consecución del Oso de Oro de la Berlinale y cinco nominaciones a los Premios del Cine Europeo. Los Taviani se desplazaron a la prisión de Rebibbia para capturar los ensayos de los internos para la representación de Julio César de William Shakespeare con la dirección de Fabio Cavalli. Una docuficción con halo experimental que subraya el compromiso de los directores con la otra Italia.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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