Las mejores bandas sonoras del cine indie

En la web Dazed hacen una selección de algunas de las mejores bandas sonoras del cine indie de todos los tiempos. La lista resultante es simplemente excelsa y está compuesta por algunos de los mayores clásicos instantáneos del cine de los últimos años. La música es una parte imprescindible de toda gran película y en la mayoría de los casos suele ser uno de los principales motivos por los que se acaban instalando en el imaginario popular.  Gracias a esta lista podemos volver a recuperar diez obras incontestables y disfrutar una vez más de sus bandas sonoras.

Las vírgenes suicidas (1999)

El dúo francés Air inventó un nuevo sonido y definieron una nueva era con su soñadora e imaginativa composición para la banda sonora de Las vírgenes suicidas, el enigmático film de debut de Sofia Coppola. Los músicos franceses han destacado que el auténtico espíritu de su banda sonora está en su fascinación con la muerte y con la sensación de que tu espíritu flote cuando mueras y te puedas sentir libre y liberado de la tierra, de todo lo que eres y de todo lo que odias.

Drive (2011)

La parte más memorable del thriller neo noir de Nicolas Winding Refn es, sin ninguna duda, su banda sonora. La colección de piezas que dotaron a la película de una atmósfera tan profunda se hizo icónica desde el principio. Desde los exuberantes y distorsionados sintetizadores al piano de la partitura original de Cliff Martinez, a la hechizante Nightcall de Kavinsky y la sugerente Under Your Spell de Desire. Esta banda sonora generó toda una corriente de cinematografía electrónica y elevó el listón tanto para los músicos como para los cineastas.

Eternal Sunshine of the Spotless Mind (2004)

¿Habría sido la película de debut de Michael Gondry tan profundamente desgarradora de no ser por la sombría aportación de Bleck y su Everybody’s got to learn sometime, una canción  que consigue expresar toda la decepción, esperanza y arrepentimiento de la angustia real? La banda sonora se ha convertido en una de las más icónicas de las últimas décadas.

Trainspotting (1996)

Desde los pesados tambores de Nightclubbing de Iggy Pop a los vibrantes sintetizadores de Born Slippy de Underworld y los acordes de piano a fuego Sing, la pieza de Blur, la banda sonora de Trainspotting está perfectamente diseñada y es tremendamente icónica. Con su fanfarrona y deprimente oda a la cultura británica de la droga, la banda sonora combina el realismo crudo y el surrealismo de la película a la perfección, consiguiendo definir una era y mantenerse atemporal al mismo tiempo.

Spring Breakers (2013)

La escena de James Franco versionando Everytime de Britney Spears al piano con su voz ronca en Spring Breakers es una de los mejores momentos musicales del cine de los últimos años. El resto de los elementos musicales que componen la película son igualmente bizarros y brillantes, desde el aluvión de los reyes del trap Gucci Mane y Waka Flocka Flame a inimaginable banda sonora compuesta de forma conjunta por el compositor de culto Cliff Martínez y la superestrella del EMD Skrillex.

 

Garden State (2004)

Garden State tiene una banda sonora que ha conseguido un legado perdurable en la última década. Aunque su cursilería no es del gusto de todos, es difícil no derretirse ante la euforia de Caring is Creepy de The Shins o ante el aturdimiento de In the Waiting Line de Zero 7.

Garden State Trailer from Riley Dufurrena on Vimeo.

Yo, Cristina F (1981)

Este desolador clásico alemán adquirió el estatus de película de culto no solo por crear conciencia sobre la epidemia de heroína en Europa occidental, sino por su banda sonora centrada en David Bowie, que también tiene una participación en la película. La cinta está basada en el libro autobiográfico del mismo nombre y la Christiane F. de la vida real probó la heroína por primera vez en un concierto de David Bowie, en una escena que se representa en la película con el propio Bowie.

Dogtown and Z-Boys (2001)

El influente documental de Stacy Peralta es una excepción en esta lista, pero su banda sonora es increíble. Desde el brillante glamour de T-Rex a los poderosos riffs de heavy metal de Black Sabbath y la genialidad de Iggy and the Stooges, cada canción que rememora la década de los 70 le da a la película un romanticismo consigue que desees poder estar en esa época.

 

Mommy (2014)

La banda sonora de Mommy, la obra maestra de Xavier Dolan, podría parecer la peor pesadilla del amante de la música. Desde Simple Plan a Wonderwall de Oasis o White Flag de Dido. Pero todo en la película encaja y funciona a la perfección y refleja los gustos de sus protagonistas blancos de clase trabajadora.

This Is England (2006)

La obra maestra de Shane Meadows es más conocida por su crudo realismo y por su lúgubre fotografía, pero su banda sonora de inspiración skinhead es demasiado buena como para pasarla por alto. Desde el contagioso reggae de Toots & The Maytals al oscuro romanticismo de Soft Cell, las elecciones musicales en esta película definen la subcultura británica de los años 80.

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