Las mejores comedias italianas contemporáneas

En entregas anteriores, hablamos de cineastas italianos de perfil medio, capaces de competir por los grandes premios internacionales pero también de atraer al público de su país a las salas. Daniele Luchetti, Roberto Andò y Paolo Virzì han logrado capturar la cotidianidad de sus coterráneos con sus habituales mixturas melodramáticas donde el humor tiene un papel fundamental; diríamos incluso que clave para conseguir unir a crítica y, ante todo, espectador. Lo cierto es que la platea transalpina adora las comedias sea cual sea su perfil. Como ocurre en España, las producciones con halo televisivo se imponen cada fin de semana en el box office. Rara vez superan los Alpes en busca de otras paradas en el viejo continente. Son productos de vocación localista, en los que se conjugan idiosincrasia y tradición urbana/rural. La esencia de un país hecha comedia. Un género que ha explotado en el Nuevo Milenio a la par que surgían nuevas corrientes continuistas y separatistas del amado Neorrealismo que aupó a los directores italianos como los más importantes de Europa durante los 70. A continuación, seleccionamos cinco comedias italianas contemporáneas que, aparte de ser un éxito de taquilla, lograron alcanzar cierta notoriedad extrafronteras.

El hombre de más (2001)

No es una película más. Es el debut de Paolo Sorrentino, representante cinematográfico de la posmodernidad, autor con mayúsculas del cine italiano neomilénico. En su primer largo ya aparecen las obsesiones que han articulado su carrera: el fracaso y la decadencia como períodos estancos dentro del arte. Su actor fetiche, Toni Servillo, y Andrea Renzi, protagonizan este filme que narra el encuentro de dos hombres que comparten el mismo nombre; que vivieron el éxito y también la caída. En el cine de Sorrentino la ironía es algo esencial y esta película no podía ser menos.

Manuale d’amore (2005)

Giovani Veronesi dirige uno de los greatest hits italianos del siglo XXI. Lo fue en su país pero también en Alemania, Francia y, sobre todo, España. Un impacto que le procuró dos secuelas, ya de carácter local –en la tercera, la peor, aparecían Robert De Niro y Monica Bellucci. Obra episódica y coral en la que se presentan los diferentes sabores del romance. Carlo Verdone, Silvio Muccino, Luciana Littizzetto, Sergio Rubini, Margherita Buy y Jasmine Trinca lideran el elenco.

El caimán (2006)

Pasamos de un producto mass media a una obra de autor: Nanni Moretti. Como hiciera posteriormente el citado Sorrentino, Moretti lleva a la pantalla, de forma libre e indirecta, las andanzas de Silvio Berlusconi. El filme se centra en un productor de películas de serie B, protagonizado por un inmenso, una vez más, Silvio Orlando, al que le ofrecen hacer un filme sobre el magnate y político –se desconoce el orden correcto de estos calificativos. El resultado, en manos de Moretti, no puede ser más divertido y esclarecedor. El caimán compitió por la Palma de Oro en 2006.

La mafia solo mata en verano (2013)

Premio del cine europeo (EFA) a la mejor comedia. Pierfrancesco Diliberto dirige esta sorpresa inesperada que conquistó al público italiano hace siete años. Algo que le valió un remake televisivo tres años después. Es la historia de un entrañable niño que juega en las calles ensangrentadas por la Costa Nostra en los años 70. Comedia de amplio espectro que mezcla la ingenuidad con cierta sorna. Es la representación fílmica de las virtudes y defectos del humor comercial de la nación mediterránea.

Perfectos desconocidos (2016)

Siguiendo la estela de la anterior, he aquí el paradigma. Gran éxito de público que propició secuelas y readaptaciones en Francia y España –en esta última con Belén Rueda, Eduard Fernández y Ernesto Alterio. El escenario, de sobra conocido: un salón, una cena y varios comensales. El resultado: la catástrofe. Todo debido a la propuesta de un juego en el que se desvelarán mensajes de texto de móviles al azar. Película sobre las interrelaciones donde el público no deja de mirarse a un espejo.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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