Las mejores interpretaciones de Greta Gerwig

Otra de las grandes protagonistas en la próxima edición de los Óscar es la dicharachera Greta Gerwig, aunque en esta ocasión se haya pasado al otro lado de las cámaras con su primera película como directora: Lady Bird. A continuación hacemos un repaso a algunas de sus mejores actuaciones.

  1. The Dish and the Spoon

Con una fotografía muy cuidada y melancólica, destinada a funcionar como analogía de la oscura pero esperanzadora vida de los protagonistas, The Dish and the Spoon es una de las películas menos conocidas de Gerwig. En esta ocasión, la actriz, tras escapar escarmentada de su casa a causa de una infidelidad, se adentra en una peculiar relación con un adolescente que vagabundea sin rumbo por las calles de Delaware. Pese a que su intención inicial es ayudar al “chico” –sin nombre en la película–, Rose termina por encontrar en su joven amigo un ejemplo de cómo afrontar los infortunios del destino. Cinta que demuestra cómo el temperamento de la protagonista puede convertir una comedia dramática ligera y sin relevancia aparente en una absorbente película entrañablemente romántica.

  1. Mistress America

Con un presupuesto considerablemente más alto, y apoyada ahora en las afamadas calles neoyorquinas, Mistress America funciona como una de las grandes comedias del siglo XXI, no sólo gracias a la fantástica actuación de Gerwig, cuya interpretación, desde la primera escena, consigue conquistar a todos los espectadores con su simple presencia, sino también gracias a la gran conexión con la otra protagonista del filme, Lola Kirke. Juntas logran crear un prodigioso vínculo para trenzar una actuación conjunta llena de fuerza y de carisma. De fondo encontramos una historia sobre el éxito y el fracaso, y cómo las vidas pueden dar la vuelta por completo cuando creíamos tenerlo todo solucionado. Finalmente, cuando nos demos cuenta de que lo material es intrascendente, empezaremos a valorar lo realmente importante.

  1. Lola Versus

De nuevo Gerwig logra levantar, sin apenas ayuda, toda la base sustancial de esta película cuyo objetivo, no sabemos si deliberado o no, consiste en servir como reflejo de la mujer joven que empieza a darse cuenta de que sus meteduras de pata ya no son tan fáciles de enmendar como cuando tenía 20 años. Lola se encuentra en un momento complicado de su vida, su prometido la ha abandonado y ahora tiene que reponerse de la delicada situación con la certeza de que el mundo sigue avanzando, con o sin ella a bordo. Lola se convierte en el icono de toda una generación, la del neoyorquino que tiene que despertar de su ensimismamiento para darse cuenta de que el sueño del americano medio no es un regalo, sino una imposición.

  1. Mujeres del siglo XX

Pese a mantenerse durante todo el metraje en un modesto segundo plano, compartiendo escenario con otras grandes artistas de la talla de Annette Bening o Elle Fanning, Greta consigue construir una sólida base interpretativa que funcionará como reflejo de toda una generación de inconformistas; nos referimos, por supuesto, a la representativa de esa etapa intermedia del siglo XX, cuyos miembros alcanzaron su madurez intelectual leyendo a Scott Peck bajo la influencia casi litúrgica de Alice Cooper. Puede que, quizá, fueran los últimos en entender que los milagros no llegan sin esfuerzo, una lección que podría ahorrar muchas desilusiones a los jóvenes de hoy si escucharan a Abbie con atención: “Cualquier idea que te hayas hecho sobre cómo va a ser tu vida, entérate de que no se va a parecer en absoluto”.

  1. Frances Ha

No queda muy claro si es tristeza o inseguridad lo que siente Frances cada vez que alguien le pregunta su edad. Todo parece indicar que la juventud está llegando a un abrupto final para el que ella no está preparada, al menos, no de momento. En esta película, una de las mejores representaciones que jamás se han hecho sobre el tránsito a la edad adulta, se nos presenta el cruel despertar de todos aquellos jóvenes que ya no llegan a tiempo de cumplir sus propósitos antes de que la madurez llame a su puerta y tengan que empezar a mantenerse por sí mismos. Llega la hora de la renuncia, de la aceptación de que, como avisaba Abbie, nuestra vida no será lo que esperábamos y, principalmente, es el momento de entender que el amor es una quimera inventada por un entorno capitalista. Sin embargo, por encima de todo el pesimismo que pueda destilarse del texto narrativo, encontramos un filme romántico y lleno de energía como pocos. Una de esas obras maestras del cine independiente que se sustenta en su maravillosa protagonista.

El antepenúltimo mohicano

Berlín.

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