Las mejores películas de Sigourney Weaver

Rostro fundamental del cine norteamericano durante los años 80 y 90, Sigourney Weaver ha sabido reciclarse y mantenerse en la cúspide de Hollywood durante el nuevo milenio. Gracias a un carisma y a un notable sentido del humor que le han permitido acceder a papeles en la siempre exigente (y machista) industria estadounidense. Si bien es cierto que sus roles son secundarios en el cine y bastante prototípicos en la ficción televisiva, Weaver sigue apareciendo con asiduidad en ambas pantallas. Una actriz de carácter que en plena madurez sigue explotando la ambigüedad y la fortaleza que distingue a sus personajes. No podría ser de otra forma para esta magnífica actriz que se dio a conocer con Alien, el octavo pasajero (1979), obra cumbre del terror de ciencia-ficción. Un rol, el de la teniente Ripley, que le ha acompañado durante toda su carrera y que retrata a una mujer símbolo fílmico del empoderamiento femenino. A continuación, celebrando el aniversario de su nacimiento, elegimos sus cinco filmes clave.

Alien, el octavo pasajero (1979)

Una película que no necesita presentación alguna. Pura magia, puro terror claustrofóbico. Lo que sucede en el Nostromo trasciende más allá del fin del metraje. Una historia apasionante de ciencia-ficción que dio pie a una de las franquicias más importantes del cine. Salvo en su parte contemporánea, la teniente Ripley forma de parte de todas. Y siempre con una magnífica Sigourney Weaver, sufriendo, corriendo y luchando ante esta entidad casi indestructible. Los segmentos, tercer y cuarto, dirigidos por David Fincher y Jean-Pierre Jeunet, fueron defenestrados por la crítica. Una vez más, el tiempo las ha colocado en su sitio. Es el rol capital para la actriz de Nueva York.

El año que vivimos peligrosamente (1982)

Como ya habrá podido apreciar en otros textos, nos apasiona Peter Weir. No perdemos la oportunidad de nombrarlo en ningún solo momento. En este magnífico filme, de producción australiana, Weaver se une a un jovencísimo Mel Gibson en esta historia ambientada en una convulsa Indonesia. Allí, en plena vorágine de sucesos, se conformará un trío romántico entre un reportero, una fotógrafa y una atractiva mujer de la embajada británica (Weaver). Pese a que Gibson y Weaver están magníficos, fue su partener Linda Hunt la que obtuvo la nominación al Oscar. El filme se presentó en la sección oficial del Festival de Cannes.

Los cazafantasmas (1984)

El lado más sugerente de Weaver explotado en esta magnífica película de aventuras urbanas devenida clásico por excelencia de los 80. Weaver comparte planos con Bill Murray, Dan Aykroyd, Rick Moranis y Harold Ramis en un estupendo papel que después repitió en la segunda parte de la saga. Uno de los grandes éxitos de Columbia Pictures mancillado en el siglo XXI con una adaptación que responde a las cuotas sociales de nuestro tiempo.

La muerte y la doncella (1994)

Una de las películas más infravaloradas, por vocación comercial, de Roman Polanski. Weaver hace tándem con el gran Ben Kingsley en este thriller de venganza pasional que saca todo el talento de sus intérpretes. Una película que firmaría el propio Hitchcock y que parte de un contexto inédito: en el rincón de un país imaginario que sale de una dictadura sucede un episodio de terror minimalista, casi cotidiano.

La tormenta de hielo (1997)

La primera película del director taiwanés Ang Lee en territorio estadounidense es uno de los más melancólicos retratos familiares del cine norteamericano de los 90. Kevin Kline, Joan Allen, Sigourney Weaver, Christina Ricci, Tobey Maguire y un jovencísimo Elijah Wood protagonizan drama que pivota por los intercambios de parejas en plena ola de liberalismo en el Estados Unidos de los 70. El duelo interpretativo entre Weaver y Joan Allen –otra actriz a reivindicar— es brillante.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

Más en el blog: El mejor cine iberoaméricano los sábados de octubre en SundanceTV