Las películas favoritas para los Premios del Cine Independiente Británico

El próximo domingo, 2 de diciembre, conoceremos a los ganadores de la 21ª edición de los premios del cine independiente británico, los segundos galardones cinematográficos del país anglosajón en importancia tras los BAFTA, y que rinden tributo a la producción de bajo presupuesto inglesa. A continuación, repasamos las películas favoritas para esta entrega que, de nuevo, se celebrará en el Old Billingsgate de Londres.

La favorita (The favourite), de Yorgos Lanthimos.

Trece nominaciones acapara el filme de Lanthimos, uno de los favoritos también para la próxima edición de los Oscars. Esta sátira de época tiene a tiro los entorchados a mejor película, mejor dirección, mejor actriz principal (para Olivia Colman), mejor actriz secundaria (Emma Stone), mejor guion (Deborah Davis, Tony Mcnamara) y mejor fotografía (Robbie Ryan). Todo lo que no sea un paso tiránico, será una sorpresa.

American Animals, de Bart Layton.

Ante el poderío del largometraje de Lanthimos, parece que habrá poca resistencia. Pero si esta llegara, vendría de la mano del segundo trabajo de Bart Layton, quien hace cuatro años sorprendiera con la docuficción El impostor, y que ahora invierte formato con esta ficción con trazo documental que traslada a la pantalla el robo de una colección de libros por un grupo de desencantados post-adolescentes. Sus opciones residen, principalmente, en la categoría de mejor actor secundario –Barry Keoghan e Evan Peters— y las concernientes a revelaciones del año.

En realidad, nunca estuviste aquí, de Lynne Ramsey.

Pese a ser un trabajo de la cosecha de 2017, los académicos británicos han incluido, gracias a su estreno tardío, el filme de Lynne Ramsey, que compitió en la sección oficial de Cannes y llegó a España gracias a Caramel Films. Sus opciones se acotan a la sección interpretativa masculina, con Joaquín Phoenix, máximo favorito. Es una de las grandes actuaciones de 2017 –ya veremos si no lo vemos en los Oscars— y la propuesta de Ramsey una de las infravaloradas del curso pasado.

Apostasy, de Daniel Kokotajlo.

Tras su paso por la 65ª edición del Festival de San Sebastián, José Luis Forte la definió como «una película que visualmente se mantiene en una uniforme corrección, pero su poder estriba en los excepcionales trabajos de los actores, en los personajes que construyen, plenos de veracidad, y en la recreación de ese mundo claustrofóbico, sectario, de los Testigos de Jehová, donde el libre albedrío está prohibido y todo debe supeditarse a las órdenes de un grupo de hombres, el mentado consejo de Ancianos, un patriarcado de hierro que obedece a un Dios inhumano, indiferente al dolor y el sufrimiento de las criaturas que pueblan esta tierra dominada por el mal». Un año después, la ópera prima de Daniel Kokotajlo se ha convertido en una de las revelaciones de la cartelera británica. Algo que podría darle el Douglas Hickox al mejor director novel.

Cold War, de Pawel Pawlikowski.

Aunque en la carrera al Óscar a la mejor película de habla no inglesa Roma, de Alfonso Cuarón, contendiente en el apartado foráneo, lleva la delantera, nos inclinamos por un hijo pródigo –se formó y comenzó su carrera en las Islas—, Pawel Pawlikowski. Dejando a un lado la cercanía, Cold War es uno de los mejores largometrajes del año, merecedor de todos los premios posibles. El BIFA debe ser suyo.

 

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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