Películas ganadoras en Sundance que fueron nominadas al Oscar

La correlación entre los palmares de Sundance y los Oscar históricamente ha sido tangencial. Consecuencia, primero, de que los primeros años del certamen que se celebra en Park City estaban enfocados a producciones cercanas a los márgenes. Segundo, por sus coordenadas cronológicas. Sundance se celebra en enero y sus películas competirán por entrar en los premios de la Academia trece meses después; demasiada distancia que solo el virtuosismo es capaz de quebrar. Es el caso de Whiplash (2014), ganadora del Gran Premio del Jurado y posteriormente nominada al Oscar a mejor película. Una equivalencia que han repetido trabajos como Precious (2009), de Lee Daniels, American Splendor (2003), de Robert Pulcini y Shari Springer Berman, o el documental Capturing the Friedmans (2003), de Andrew Jarecki. Dejando a un lado las obras de Chazelle y Pulcini-Springer, de las que hemos hablado en esta publicación hasta la extenuación, y Precious, porque nuestra religión cinéfila nos lo prohíbe, a continuación, presentamos cinco películas que conectaron a Sundance con los Oscar y elevaron, de paso, el prestigio del festival.

Memento, de Christopher Nolan (2000)

El siglo XXI abría con una de las mejores películas de, a posteriori, uno de los grandes directores para los grandes estudios del milenio. Un filme que logró el premio Waldo Salt al mejor guion en Park City y un año después luchaba en el por entonces Kodak Theatre por los Oscar a mejor guion original y mejor montaje. No consiguió ninguno pero sí fue el inicio del recorrido de este clásico de culto que, a su vez, parece estar unido con dos obras de su filmografía: la mediática Origen (2010) y la futura Tenet (2020). Cine que atraviesa capas temporales y espaciales en busca de la redención.

Frozen River, de Courtney Hunt (2008)

Poco más se supo de la directora Courtney Hunt. Un largo fallido, Toda la verdad (2016), y varios episodios de la serie En terapia, completan una filmografía exigua. Su opera prima, protagonizada por una soberbia Melissa Leo, consiguió el Gran Premio del Jurado de Sundance y dos posteriores nominaciones a los Oscar (mejor actriz y mejor guion). Fue uno de los hits independientes de su año.

The Cove, de Louie Psihoyos (2009)

La carrera de Louie Psihoyos no fue mucho mejor. Es una lástima, porque The Cove, ganador del premio del público en Sundance y del Oscar a mejor largometraje documental, abría una ventana de concienciación ecológica en el audiovisual neomilénico, concretamente, con la denuncia contra la industria ballenera y la sobrepesca de cetáceos, en claro declive una década después. The Cove sirvió para concienciar a una sociedad ajena a todo lo que sucede en el océano.

Winter’s Bone, de Debra Granik (2011)

Al igual que las mentadas Whiplash o Precious, el debut de Debra Granik consiguió el win-win: Gran Premio del Jurado en Sundance y nominación al Oscar a mejor película. Un trabajo majestuoso que nos descubrió a una gigante: Jennifer Lawrence, que consiguió su primera candidatura al Oscar por su rol principal en la película. Granik, desde entonces, solo se ha prodigado en el formato documental. Ni que decir tiene que echamos de menos una nueva incursión en la ficción por su parte.

Bestias del sur salvaje, de Benh Zeitlin (2012)

La semana pasada hablábamos del retorno de Benh Zeitlin a la actualidad con el inminente estreno en Sundance de su segunda película, Wendy. Su primer trabajo, Bestias del sur salvaje, consiguió el Gran Premio del Jurado y la nominación al Oscar a mejor película (y tres candidaturas más), un hito para esta historia infantil de aprendizaje cuya esencia parece perenne en su vuelta. Uno de los grandes talentos del cine independiente que bien pudiera ser considerado como un hijo de Sundance.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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