Películas indies sobre artistas icónicos del siglo XX

Los domingos de julio, a las 22:30 horas, dedicamos nuestra parrilla a iconos artísticos del siglo XX. Desde nuestro blog os proponemos otro puñado de filmes indies sobre el mismo tema.

Basquiat, de Julian Schnabel (1996)

La ópera prima del pintor Julian Schnabel, de alguna manera ha marcado su trayectoria fílmica; y es que, a excepción de Miral (2010), sus películas indagan, de diferente forma, en el universo humano y creativo de un autor. En la que nos ocupa, el director retribuye un homenaje a Jean Michel Basquiat (Jeffrey Wright), su amigo personal, que murió de una sobredosis, así como ofrece un dinámico retrato del ambiente artístico del Nueva York de los años 80, vivido por el realizador en primera persona. Solo por su excelente reparto, ya merece la pena verla: Benicio del Toro, David Bowie, Dennis Hopper, Gary Oldman, Christopher Walken, Willem Dafoe…

American Splendor, de Shari Springer Berman y Robert Pulcini (2003)

El cómic ha sido una de las artes que más tarde ha adquirido condición de tal, seguramente por la masiva omnipresencia de las propuestas comerciales, de ínfima calidad. En todo caso, Harvey Pekar es uno de los grandes guionistas del cómic de autor underground, a través sobre todo de la serie autobiográfica que da nombre a la película. Convertida esta en uno de los clásicos del cine indie, lo es no solamente porque cuenta con un protagonista y un argumento muy alejados de los gustos de Hollywood, sino, sobre todo, por su mezcla entre realidad y ficción y su apuesta por la experimentación formal, el humor negro y la reflexión metarreferencial.

Control, de Anton Corbijn (2007)

Más que llevar a cabo un biopic sobre el líder de la banda Joy Division, Ian Curtis (Sam Riley), Corbijn trata de reflejar la atormentada psicología de un hombre introvertido, empático, creativo y apasionado, cuyas circunstancias vitales y profesionales desbordan esa sensibilidad a flor de piel y lo abocan, inevitablemente, a un final trágico. De ahí que el estilizado blanco y negro de la propuesta no pretenda incidir en la pobreza del ambiente del Mánchester de la época, sino que perfila con tonos sombríos y amenazantes el entorno del protagonista y le confiere visos de drama intemporal a su desgarro interior.

Howl, de Rob Epstein y Jeffrey Friedman (2010)

Originalísima propuesta indie, que ofrece retazos de la vida de Allen Ginsberg (James Franco) y de sus opiniones sobre el arte, mientras, simultáneamente, se recita e ilustra a través de animaciones uno de sus poemas más famosos, “Aullido” –que da título al filme–, así como se lleva a cabo una dramatización ficcional del infame juicio por obscenidad al cual fueron sometidos el editor de dicha obra y el librero que la vendía en 1957. Para los amantes de la cultura de la Beat Generation.

Mapplethorpe, de Ondi Timoner (2018)

La cinta explora la vida de Robert Mapplethorpe (un excelente Matt Smith) desde que él y su amiga Patti Smith (Marianne Rendón) se mudan al Hotel Chelsea hasta la prematura muerte del fotógrafo a causa del sida. La bohemia neoyorquina de los años 70 y 80 es retratada a través de los habitantes del famoso hotel y del nuevo círculo de amigos del protagonista, integrados por artistas y músicos, miembros de la alta sociedad, estrellas de cine y el underground del BDSM. La directora incide sobre todo en la intersección entre el arte de Mapplethorpe y su sexualidad, como efectivamente hicieron también sus propias fotografías.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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