Por el estreno de su último filme, 5 imprescindibles de Jacques Audiard

El 10 de mayo se estrena en España Los hermanos Sisters (2018), última película de Jacques Audiard, que le valió el León de Plata a su autor en la pasada edición del Festival de Venecia. Primera cinta en inglés de Audiard, así como su primera incursión en el género del western, cuenta con un reparto de lujo (John C. Reilly, Joaquin Phoenix y Jake Gyllenhaal). No podemos dejar escapar la ocasión para trazar una panorámica de un director por el que sentimos debilidad a través de 5 de sus filmes.

Lee mis labios (2001)

Con una carrera como guionista desde mediados de los años 70, no se inició en la realización hasta 1994, y obtuvo su primer éxito con Un héroe muy discreto (1996). Sin embargo, no sería hasta esta historia de amor entre una chica sorda y un ex presidario que deciden vengarse de aquellos que los humillan y someten cuando se perfilaría un universo que bascula entre la crítica social y el drama psicológico con ecos morales, inserto en una peripecia de cine negro o, más propiamente, de polar.

De latir, mi corazón se ha parado (2005)

El poético título de esta película se extrae de la canción de Jacques Dutronc “La fille du père Noël”, lo que no es casualidad en una obra donde la música ejerce de elemento redentor del protagonista, Thomas (Romain Duris), que lleva una vida de criminalidad bajo el influjo de su nada edificante progenitor, pero sueña con ser pianista como su madre. Remake de Melodía para un asesinato (1978) de James Toback, Audiard toma su descarnada perspectiva de cine negro setentero para llevar a cabo una emotiva metáfora sobre el poder del arte como fuerza que trasciende la violencia, la avaricia y el egoísmo.

Un profeta (2009)

Si el protagonista del anterior filme conseguía huir del lado oscuro de las pulsiones humanas, en esta película se describe el proceso contrario: la progresiva conversión del joven Malik (Tahar Rahim) en todo un capo del submundo criminal. Mediante una exquisita dirección, que crea una atmosfera entre el onirismo y la explicitud –a la que contribuye la excelente banda sonora de Alexandre Desplat–, la inevitabilidad de la degradación de Malik para poder sobrevivir dignamente resulta tan certera como dolorosa. Ganó el Gran Premio del Jurado en Cannes.

De óxido y hueso (2012)

Con unos excelentes Matthias Schoenaerts y Marion Cotillard al frente del reparto, el filme es una historia de amor a contracorriente entre dos perdedores, como ya hiciera en Lee mis labios (2001). Sin embargo, aquí es precisamente el accidente que convierte a Stéphanie (Cotillard) en una persona “marginada”, lo que termina por afianzar su relación con Alain (Schoenaerts), pues su amor es el único que no se ve alterado por la compasión o los prejuicios. Nueva historia, pues, de culpa, lucha y redención que redunda en el universo temático del autor.

Dheepan (2015)

Premiada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes, Audiard, siempre afecto a la crítica social, aquí cargó más que nunca las tintas al respecto, ya que su protagonista es un inmigrante de Sri Lanka que ha huido de su país para acabar trabajando de conserje en un bloque de viviendas de un violento suburbio marginal de París. Con una estructura climática que recuerda a Solo ante el peligro (1952) de Fred Zinnemann, desde su plano inicial la cinta está traspasada por un humor negrísimo que puede incomodar a algunos espectadores.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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