SundanceTV presenta: una mirada más cercana al Sundance Film Festival 2017. Por Sydney Levine

Este Sundance el clima ha sido muy agresivo. La inauguración del festival y la Women’s March ocuparon gran parte de protagonismo los dos primeros días, desviando la atención a las calles con su caminar a través de la nieve y el lodo, con un viento helado que golpeaba en la cara. Todo para poder llegar a resguardarse en uno de los muchos teatros en los que poder ver una película, que bien podría ser un fracaso… o un gran éxito.

Pero al mirar hacia atrás, a la primera mitad del festival, me doy cuenta de que ya he olvidado las duras condiciones meteorológicas debido a la calidez de las buenas películas, el encuentro con viejos amigos y el descubrimiento de nuevos, que destaca mucho más. Como siempre, me he perdido muchas películas que quería ver, pero también he podido ver otras muchas que siempre recordaré poder haber visto antes que nadie en Sundance.

Cuando Sundance se estableció aquí, en Park City, fue porque la ubicación permitía una gran oferta para esquiar, y la ciudad era pequeña e íntima. Pero ahora se extiende más allá de sus cinco bloques de la calle principal, y todo está tan lleno de películas, pantallas, fiestas y recepciones que me pregunto quién tendrá tiempo para ir a esquiar. Por supuesto, los afortunados que llegan a la segunda parte del festival tienen siempre más tiempo libre. Sin todas las reuniones, es posible esquiar y socializar con más gente para poder disfrutar juntos de películas.

La centralita de SundanceTV se encuentra justo en la calle Main, donde los asistentes al festival pueden disfrutar de las pantallas gigantes y los eventos especiales, así como de las entrevistas a algunos de los cineastas más populares del lugar, como Gillian Robespierre (Landline), Geremy Jasper (Patti Cake$, que Fox Searchlight ha adquirido por 10 millones y medio de dólares), Jeff Orlowski (Chasing Coral) y Joe Piscatella (Joshua: Teenager vs. Superpower).

Este año, la compra más grande ha sido también la primera de ellas: Amazon ha pagado 12 millones de dólares por The Big Sick, del director Michael Showalter y escritor estrella Kumail Nanjiani, que narra la historia real de Nanjiani y su romance intercultural con la co-escritora Emily Gordon, incluyendo su experiencia con una enfermedad potencialmente mortal. Sin lugar a dudas, ha sido de lo más destacado del festival, combinando humor, patetismo y una oportuna fusión musulmana-cristiana.

En cuanto a otros puntos destacados de la primera mitad del festival, muchos están hablando acerca de Salma Hayek en Beatriz at Dinner, en la que Hayek, sin maquillaje, interpreta a una practicante de medicina holística que asiste a la cena de un cliente rico después de que su coche se rompa.

Por su parte, el experto en cine de Nueva York, Lawrence Kardish (¡director de programación del Museum of Modern Art durante 44 años!) comentó que Cries from Syria cambió por completo su visión del conflicto de Oriente Medio.

Metiéndonos en la cultura pop de los millenials, This is everything: Gigi Gorgeous trata sobre una superestrella de YouTube cuya transición de cambio de género es documentada desde el inicio por la directora del documental, Barbara Kopple.

Cuando miro mi lista de trabajos favoritos, lo que más destaca es la fuerza de esas películas que se basan en novelas. Mi película favorita de todas fue la sublime Call me by your name, de Luca Guadagnino, una emocionante historia de amor entre un brillante joven de diecisiete años (Timothée Chalamet) y un estudiante de 24 que se encuentra de visita en casa de sus padres (Armie Hammer), en la Italia de los años 80. Call me by your name capta una exuberante atmósfera italiana similar a I am love, con Tilda Swinton, pero en este caso nos presenta el campo del norte de Italia, recordando a la elegancia de The Garden of Finzi Contini.

Call me by your name está basada en la novela de Andre Aciman, un escritor judío expulsado de Egipto en los años 60 que actualmente imparte clases en Harvard. Es, de hecho, un retrato idealista del, posiblemente, verano más maravilloso que podrían tener dos jóvenes y hermosos hombres, abrazados por el calor familiar en una idílica villa italiana.

Las mujeres lideran este año dirigiendo o co-dirigiendo el 36% de las películas en competición, y cerca del 50% de los cortometrajes presentados en esta edición.

Landline, de Gillian Robespierre, cuya película Obvious Child fue un éxito en anteriores ediciones del Festival de Sundance, también ha causado mucha conversación (adquirida también por Amazon).

Sami Blood y Pop Aye están también dirigidas por mujeres, pero el gran título dirigido por una mujer este año es Mudbound, de Dee Rees, y hay quien ya apuesta que el film podrá ganar los Oscars a Mejor Película o Mejor Dirección en los próximos Premios de la Academia.

Ver Mudbound es como leer una novela de Faulkner; es épica en su descripción de una familia de trabajadores negros que viven del algodón de un pobre hombre blanco. Ambas familias tienen hijos que vuelven del servicio de la Segunda Guerra Mundial y forman una amistad que inquieta a ambas familias. Mudbound ha sido ya traducida al francés, el italiano, el serbio, el sueco y el noruego.

La segunda mitad del festival, que ha clausurado con la entrega de premios, quedará para siempre en los anales como la más fría de su historia. ¡Pronto la crónica!

Por Sydney Levine

Sydney Levine es periodista en IndieWire, Medium y Stage 32. Ha estado activa en la industria del cine en los últimos 35 años. Fundó FilmFinders en 1988, la primera base de datos de películas independientes mundial para compradores, vendedores y programadores. Sydney fue la primera mujer en introducirse en el negocio de distribución internacional. En la actualidad, tiene un gran interés en el entrenamiento y la educación online, en la industria del cine internacional y ha publicado recientemente Iberoamerican Film Business by Country.