Top 5 de las películas de Paul Thomas Anderson

Una de las figuras clave del cine contemporáneo de Estados Unidos está de cumpleaños. Paul Thomas Anderson sopla 52 velas este 26 de junio y, para celebrarlo, repasamos los cinco mejores títulos del director estadounidense:
Magnolia (1999)

Magnolia es uno de los productos cinematográficos más enigmáticos y complejos de los últimos tiempos. Quizá no fue la pionera en el arte de cruzar historias paralelas, pero sin lugar a dudas, lo supo hacer con una soltura y naturalidad como no hemos vuelto a ver en ningún otro filme norteamericano.

Paul Thomas Anderson encuentra la lucidez en la edición audiovisual de su obra, mediante la intrincada conexión de hilos narrativos e imágenes simbólicas generadoras de una confrontación radical entre los múltiples personajes que discurren erráticos por su ficción. Unos seres patéticos y desencantados del mundo que arrastran el insomnio absoluto de su ineficacia para conciliar el sueño americano. Todo resulta pesimista en Magnolia, desde su mensaje hasta la selección cromática de cada plano secuencia y, sin embargo, no podremos evitar ver aparecer una sonrisa de satisfacción en nuestro rostro al final del metraje, quizá por comprender que todo ha sido una broma del realizador, o quizá por estar todavía procesando la maestría con la que nos ha sometido a su dramatización de la vida.

Sea como sea, ésta es una de esas películas que visitaremos año tras año sin temor a encontrarnos con la decepción de la que trata su argumento.

Pozos de ambición (2007)

La grandeza de Pozos de ambición, además de verse reflejada en la apoteósica fotografía, quedó inmortalizada para los anales de la historia en ese duelo de protagonistas. Un veterano Daniel Day-Lewis, en el papel del lacónico y frío como el acero Daniel Plainview, se enfrentaba a la joven promesa Paul Dano, interpretando al predicador de verbo rápido y pasional temperamento, Eli Sunday.

Se trata de un enorme pozo de ambición, que espera cambiar el petróleo por la sangre a la menor oportunidad, y para ello se sirve del enfrentamiento entre el representante del trabajo duro que viene a recoger los beneficios que por su esfuerzo y dedicación le corresponden, y el representante de la iglesia, cuya parte de las ganancias todo el mundo da por supuestas. Todo el mundo menos Plainview. Una obra maestra con corazón de best seller.

Boogie Nights (1997)

Solo un director de la talla de Paul Thomas Anderson sería capaz de realizar una película sobre la industria pornográfica y salir ovacionado del intento. Con una explicitud dialéctica sin precedentes en el cine hollywoodiense, Boogie Nights nos traslada a la búsqueda del éxito a cualquier precio. Sin temor a la crítica conservadora, el director presenta una sátira voraz a las productoras y a las malas artes de la industria del cine, con un elocuente cinismo como no se veía desde Showgirls.

Puro Vicio (2014)

Y hablando de adaptaciones cinematográficas, pocos autores son tan complejos de trasponer al lenguaje fílmico como Thomas Pynchon. Pese a ello, Anderson se mete en la piel del controvertido novelista y logra dar forma y sentido a una de sus historias más psicodélicas. Además, lejos de conformarse con la simple exposición, el director se adentra en la completa remasterización semántica de la obra original y la cubre de un nigérrimo velo para retornar a los orígenes del film-noir, con una estética setentera muy evocadora. Sexo, drogas y Jimi Hendrix, eso es Puro vicio.

The Master (2012)

Y con The Master llegaba Anderson a la madurez absoluta de su carrera. Un trabajo de factura narrativa impecable, aunque renunciando, quizás, a la portentosa potencia argumental característica de sus previos trabajos.

Con esta película, el director nos introduce en lo más oscuro de la delicada mente humana, y lo hace desde dos perspectivas, la del genio manipulador, ese líder de secta capaz de conseguir sumisión y obediencia incondicional de todos sus seguidores, y la del pusilánime manipulable que termina psicológicamente destrozado tras la aparición de esa figura paterna que lo trata como a una marioneta. Será el apasionante viaje a través de mentes tan opuestas y, al mismo tiempo, tan similares, lo que nos hará caer rendidos a la magia y la elegancia de este realizador.

El antepenúltimo mohicano

Twitter: @eamcinema | Park City, Utah.

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