Un vistazo a la programación de la Seminci

El próximo sábado comienza la 65ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, uno de los festivales más longevos del calendario cinematográfico español. Una entrega, cómo no, marcada por los protocolos sanitarios que articulan nuestra realidad más cercana, que provocará una nueva organización para la dirección del certamen dirigido por Javier Angulo. Sin embargo, su carácter recopilatorio, no deja de ser un evento contenedor de filmes presentados durante el curso, le permite un poder de elección más ajustado que los certámenes de la clase A, donde imperan las world premieres. Así, este año pasarán por Pucela las cintas ganadoras de los festivales de Berlín o Sundance, por ejemplo, o títulos que han obtenidos excelentes críticas en festivales. La Seminci funciona, además, como trampolín comercial para muchas de esas películas, ya que la gran mayoría cuenta con distribución local. Aun con ello, una Espiga de Oro siempre es un título de prestigio, unido a la notable dotación económica para la ganadora. Atractivos para las producciones dentro de un certamen acogedor que cuenta con una legión de veteranos fieles.

EAM cubrirá esta edición con nuestro compañero Ignacio Pablo Rico Guastavino a la cabeza. Él firma esta previa que nosotros completamos, a continuación, con los filmes más interesantes de este 65º capítulo de la Seminci.

Minari, de Lee Isaac Chung

Gran triunfadora de la pasada edición del Festival de Sundance, donde consiguió el Gran Premio del Jurado y el Premio del Público. Un doblete que garantiza un excelente recorrido comercial a este filme que emocionó al público de Park City pero que deja algunas dudas sobre si podrá romper ese armazón localista que se vislumbra en sus imágenes. Minari debería haberse presentado en Europa en la pasada edición de Cannes (Un Certain Regard); el perfecto banco de pruebas para conocer si estamos ante otro producto de laboratorio o si es algo más. Lo que parece seguro que esta historia de una familia surcoreana que se muda a Texas será protagonista en la campaña de premios independientes.

Servants, de Ivan Ostrochovský

El director eslovaco Ivan Ostrochovský es todo un habitual en el circuito de festivales, siempre ocupando secciones paralelas o certámenes menores. Su último trabajo se encuadró en la nueva sección Encounters de la Berlinale. Su acogida allí fue excelente. Servants nos traslada al complejo contexto que vive la Iglesia Católica en la Checoslovaquia de los 80. El régimen comunista amenaza con fuerza la posible destrucción de la institución. En un hueco de este escenario maximalista surge la historia de dos jóvenes seminaristas que dudan si luchar por su fe o abandonar por las presiones de la policía política. Un filme rodado en un excelente blanco y negro que nos recuerda al trabajo de Lukas Zal en Ida (2013).

There is no evil, de Mohammad Rasoulof

Y si hablábamos de la Berlinale aquí tenemos el Oso de Oro de esta edición. De nuevo, un ganador que no pudo subir al proscenio ya que está detenido en su domicilio por las autoridades iraníes. El crimen, una vez más, es desafiar a los políticos con las imágenes. Rasoulof, como Panahi, no tiene tanta suerte como sus coetáneos. Algo que no le ha impedido ser una de las voces más interesantes que provienen de la nación asiática. Con su último filme nos adentra en un políptico sobre la pena de muerte protagonizado por personas que se enfrentan a un poder tiránico e inamovible.

The cloud in her room, de Zheng Lu Xinyuan

Y más ganadoras. En este caso, la triunfadora en la pasada edición del Festival de Róterdam, un certamen que se aproxima a los márgenes de las nuevas narrativas. Allí venció esta ópera prima de Zheng Lu Xinyuan, rodada en un precioso blanco y negro –compuesto por Matthias Delvaux— que narra la vuelta a su pueblo natal de una joven de 22 años que parece que no encuentra su lugar en el mundo. Una sensación que no mejorará en la visita a su antiguo hogar, situándose en un limbo emocional donde solo hay espacio para la incertidumbre.

The Disciple, de Chaitanya Tamhane

La última película del cineasta hindú Chaitanya Tamhane fue uno de los títulos más destacados de la competición de la Mostra de Venecia, donde obtuvo el premio al mejor guion y el FIPRESCI de la crítica internacional. El filme nos sitúa en la Bombay contemporánea para contarnos la historia de un músico que ha dedicado toda su vida a alcanzar la excelencia en su sector. Las dudas son sus fieles compañeras y le harán cuestionarse sus propias ambiciones y sueños; algo que extrapolará a su maestro y su padre.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

Más info: Estreno del drama psicológico Sospecha el 12 de noviembre en SundanceTV