5 películas que no puedes perderte de directores afroamericanos

Tras el éxito de público y crítica de su ópera prima, Déjame salir (2017), el día 22 de marzo llega a nuestras salas el esperado nuevo filme de Jordan Peele, Nosotros (2019), muy bien recibido en el Festival SXSW, y que confirma al realizador neoyorkino como una de las voces más interesantes del panorama independiente actual. ¿Qué mejor ocasión para recomendarte 5 películas de directores afroamericanos que debes ver si quieres entender la evolución del cine indie de Estados Unidos en las últimas décadas? ¡Pues empecemos!

Nola Darling, de Spike Lee (1986)

Primer largometraje del más famoso de los realizadores afroamericanos, supuso todo un hito en la historia del cine indie, al reflejar a los miembros de la comunidad afroamericana como personas con inquietudes y conflictos propios de los urbanitas neoyorkinos. Relación amorosa a cuatro bandas, inspirada en su estructura por Rashomon (1950) de Akira Kurosawa, se trata de una cinta fresca, ingeniosa y repleta de humor irónico.

Los chicos del barrio, de John Singleton (1991)

Mucho antes de que la serie The Wire (2002-2008) mostrara las perspectivas de futuro de los jóvenes afroamericanos en un gueto de Baltimore, esta provocadora ópera prima ya retrataba la vida en un peligroso barrio de Los Ángeles, a través de la historia de tres amigos de infancia, condicionados por la violencia de su entorno, la brutalidad policial y la presión familiar. Como curiosidad, señalar que Singleton sería el primer director afroamericano en ser nominado a los Oscar y que todavía hoy sigue siendo el más joven en recibir tal distinción (tenía 24 años).

Daughters of the Dust, de Julie Dash (1991)

Primera película de una realizadora afroamericana en contar con una distribución amplia, este drama histórico se centra en las experiencias y relaciones de varias mujeres de una misma familia, reunidas en una isla frente a la costa de Carolina del Sur en 1902. La sensual fotografía de Arthur Jafa y el uso de un lenguaje poético y alegórico conforman una obra de gran fuerza visual, marcada por una delicada reflexión sobre la historia, la vida e, incluso, el séptimo arte.

13th, de Ava DuVernay (2016)

La autora de Selma (2014) indaga sobre los conflictos raciales de su país en este documental, que ofrece una exhaustiva mirada al sistema penitenciario de los Estados Unidos y pone al descubierto la clara disparidad de criterios a la hora de enjuiciar a las diferentes etnias. Con entrevistas a figuras de la talla de Angela Davis o Henry Louis Gates, el filme incide en la historia de la opresión blanca mediante la 13.ª Enmienda de la Constitución.

Moonlight, de Barry Jenkins (2016)

Cerramos este recorrido con una obra que, contra todo pronóstico, se alzó en la ceremonia de los Oscar del 2017 con la estatuilla a la Mejor Película, con lo que se convirtió en la primera cinta de temática LGTBI de la historia en ganar el premio principal de la Academia de Hollywood. Anécdotas aparte, el filme es una pieza lírica, sutil y melancólica sobre la complejidad de ser diferente en un ambiente regido por la pobreza, la criminalidad y el machismo.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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