Se ha consumido algo más la mitad de una 74ª edición del Festival de Cannes que está respondiendo con exactitud a las expectativas generadas. Quizás demasiado, ya que todo está siguiendo un guion bastante evidente. Los grandes apellidos, Carax, Verhoeven, Anderson… No han decepcionado. Del resto, mucho que decir pero poco unánime. La Competición ha dejado varias películas meritorias; Un Certain Regard, Quincena de Realizadores y Semana de la Crítica, en cambio, han exhibido obras de un marcado perfil bajo, adscritas a las narrativas imperantes y, por tanto, sin demasiado que ofrecer en líneas generales. Ni tan siquiera nuestra única representante española en la parrilla, Libertad, de Clara Roquet, se ha desmarcado del resto de propuestas. Esta entrega del certamen galo está marcada por las contundentes medidas sanitarias. Pese a ello, no se puede nada más que elogiar la organización de un evento que abre oficiosamente un curso en parada desde hace dieciocho meses. A continuación, les presentamos cuatro de los títulos que más nos han gustado hasta el momento.
The Worst Person in the World, Joachim Trier
La quinta película del cineasta de Oslo Joachim Trier es su primera incursión en la comedia. De hecho, sus obras anteriores poseen pocas aristas cómicas, por lo que este trabajo ha llamado la atención principalmente por la inspiración a la hora de retratar las desventuras de su protagonista, Julie, una treintañera a la deriva, ésta una de las máximas, por otra parte, en la ficción de Trier. El gran descubrimiento de este trabajo, es la magnífica interpretación de Renate Reinsve, actriz con un bagaje bastante secundario que se come la pantalla en su primer rol protagónico.
Great Freedom, Sebastian Meise
El segundo largo del cineasta austríaco Sebastian Meise ha emocionado al público cannoise. Un filme ubicado en la sección Un Certain Regard que narra el encarcelamiento del joven Hans en la Alemania de posguerra. La razón responde a su condición sexual: es gay. Allí, en prisión estará aislado y solo compartirá espacio con su compañero de celda, un asesino. Al igual que la anterior, lo más destacado de la cinta tiene el rostro de su actor principal: Franz Rogowski, ese trasunto de Joaquin Phoenix germano que ya se ha convertido en un grande del cine europeo.
Drive my car, Ryûsuke Hamaguchi
Murakami y Hamaguchi, ¿qué puede salir mal? Absolutamente nada, ya que Drive my Car es, sin duda, la gran película de Cannes 2021 como ya lo fuera La ruleta de la fortuna y la fantasía este mismo año en la Berlinale. El autor japonés se confirma como una de las grandes firmas del momento. Poco importa que esta historia de redención se alargue hasta las tres horas. Encantados asistiríamos a tres horas más de metraje.
The Innocents, Eskil Vogt
Finalizamos con una de las pequeñas sorpresas de esta edición. Dentro de un género, además, poco proclive en Cannes: el terror. Es la segunda película de Eskil Vogt, guionista, por cierto, de la primera cinta de esta relación. Un filme con niños malditos como protagonistas que encuadra a esta producción noruega dentro del «elevated horror» tan en boga. Promete ser una de las sensaciones de la próxima edición del Festival de Sitges.
Park City, Utah.
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