Las 5 películas favoritas de Martin Scorsese

La semana pasada Martin Scorsese recogió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes con un sincero y lúcido discurso que ya se ha hecho viral. Aprovechamos este reconocimiento para recordar sus 5 películas favoritas según lo que le contó a Criterion por el año 2014. ¿Habrá cambiado algo desde entonces?

  1. Cenizas y diamantes, de Andrzej Wajda (1958)

Scorsese asegura que vio la película en 1961: “en ese periodo en el que estábamos acostumbrados a que las películas nos sorprendieran, cuando pasaba de todo en el mundo, esta película me impactó”. El gran director polaco Andrzej Wajda refleja la sociedad de su país tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la liberación no da pie a la ansiada paz y se crean nuevos conflictos. “Al cerrar los ojos, ciertas imágenes vuelven a mí con la misma fuerza que hace más de 50 años, cuando las vi por primera vez”.

  1. Cuentos de la luna pálida de agosto, de Kenji Mizoguchi (1953)

Scorsese es un gran enamorado del trabajo del japonés Kenji Mizoguchi. En Cuentos de la luna pálida de agosto narra la historia de dos aldeanos que abandonan a sus esposas en busca de fortuna. Uno de ellos, Genjuro, verá como todo cambia cuando la misteriosa Lady Wakasa se cruza en su camino. “Hay momentos de esta película, muchos de ellos famosos, que he visto una y otra vez y que siempre me dejan sin aliento: el bote poco a poco saliendo de la niebla y formándose ante nosotros, Genjuro desmayándose sobre la hierba mientras Lady Wakasa le acaricia…”

  1. El río, de Jean Renoir (1951)

“Los años tras la guerra son muy importantes para el cine en todo el mundo. Millones de personas fueron masacradas, ciudades enteras fueron destruidas, la fe en la humanidad se tambaleaba. Los mejores cineastas sintieron la necesidad de meditar sobre la existencia, sobre el milagro de la vida. No miraron hacia otro lado, más bien al contrario. Miraron de frente a la brutalidad y la violencia y fueron mucho más allá, desde una perspectiva más amplia y benevolente”. Dentro de estos ejemplos se enmarca El río, la película de Jean Rneoir que narra la vida de una joven inglesa que vive en la India en la época de la posguerra donde conoce el amor y la pérdida.

  1. Las zapatillas rojas, de Michael Powell y Emeric Pressburger (1948)

“Es una de las películas en Technicolor más bellas.” La película de Powell y Pressburger es una de las grandes obras del séptimo arte. Narra la historia de Victoria Page, una joven que se debatirá entre el amor de un joven y su pasión por convertirse en bailarina profesional. “No hay ninguna otra película que dramatice y visualice la incontenible obsesión por el arte y cómo puede absorber tu vida.”

  1. Paisà, de Roberto Rossellini (1946)

“Esta película fue el principio: la vi por primera vez en televisión con mis padres y su intensa reacción al comprobar lo que había ocurrido con su patria desde que se marcharon a principios de siglo está tan presente y viva en mí como las imágenes y los personajes de la película. Estaba experimentado el poder del cine en su pureza, en este caso hecho lejos de Hollywood, bajo condiciones extremas y con un equipo más limitado.” Rossellini, ayudado en el guion por Federico Fellini, cuenta seis episodios independientes sobre el avance de las tropas aliadas en la Italia de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de un viaje geográfico (desde Sicilia hasta el delta del Po), temporal (de verano de 1943 a invierno de 1944) y político (con la progresiva liberación del país) que fue rodado principalmente con actores no profesionales y con el estilo humanista propio del maestro italiano. “Me di cuenta de que el cine no trataba únicamente de la película, sino de la relación entre ella y el público”.

El antepenúltimo mohicano.

Park City, Utah.

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