Las esenciales de Edward Norton

Es cierto que en los últimos años ha pasado más desapercibido. Primero, porque se ha centrado en su carrera como director, en la que todavía no ha encontrado el equilibrio como contador de historias. Segundo, porque está en pleno proceso madurativo en el que los actores y actrices deben redefinirse cuando llegan a determinada edad. Con esto, nada ha cambiado si pensamos en Edward Norton: es un actor magnífico que, gracias a los papeles que expondremos más adelante, se convirtió en el símbolo de una generación; también en uno de esos intérpretes que aparecen en toda lista posible de la cinefilia respondiendo quién es su actor favorito. Ahora es Robert Pattinson; antes Ryan Gosling; y un poquito antes estaba Norton. El vecino de al lado, con una apariencia aparentemente cotidiana pero capaz de transformarse con un solo gesto. Norton fue dueño de la primera década del nuevo milenio. A medida que los años pasaban aceptaba papeles alimenticios que se erigieron en éxitos inmediatos y olvidables. Y, salvo, el impacto de Birdman, con un carácter que lo ha acompañado toda su carrera, ha perdido comba en el panorama actual. No tenemos dudas que, con el guion adecuado, volverá a lo más alto. La prueba de su talento la encontrarán en los filmes que listamos a continuación:

Las dos caras de la verdad (1996)

Entrada por la puerta grande en Hollywood: un Globo de Oro y nominaciones al BAFTA y al Oscar a mejor secundario por este papel de aparentemente inocente joven acusado de asesinato y defendido por el actor emblema de los 90: Richard Gere. Su interpretación es toda una exhibición de gestos y miradas dentro de un filme que, como los buenos thrillers, ha envejecido bien.

American History X (1998)

Aunque podríamos iniciar un debate sobre ello, esta es la mejor interpretación de su carrera, encarnando a un joven neonazi que acaba en una cárcel donde inicia su camino a la redención. Tanto Norton como Edward Furlong –el hermano del protagonista en esta ficción— están sensacionales en este clásico del cine de los noventa que también aupó a su director, Tony Kaye, con una trayectoria posterior bastante exigua.

El club de la lucha (1999)

Cinta clave para una generación que abre las puertas a los males que hoy dominan el siglo XXI: el individualismo y el egocentrismo como motores de una sociedad orgullosamente capitalista. Norton, una vez más, se adentra en un personaje recurrente en su filmografía: la de un tipo cualquiera que se rebela contra el statuo quo junto al líder de un movimiento revolucionario, caracterizado por Brad Pitt.

La última noche (2002)

Filme con menos vuelo mediático que también es reflejo de la desazón generacional que tuvo su punto de inflexión con los atentados del 11 de septiembre. Norton, que da vida a un antiguo vendedor de drogas que apura sus últimas horas en libertad antes de entrar en prisión, encabeza un reparto brutal: Philip Seymour Hoffman, Barry Pepper, Rosario Dawson, Anna Paquin y Brian Cox, en la que es última gran película de Spike Lee –que nos perdonen los seguidores de BlacKkKlansman (2018).

El antepenúltimo mohicano

@eamcinema | Park City, Utah.

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