Las grandes películas de Claude Miller

No es fácil definir qué autores y autoras pertenecieron a la Nouvelle vague, quizá el movimiento cinematográfico más revolucionario de la historia. En los albores y epílogo de la aparición de esta gran ola, surgieron numerosos cineastas que en mayor o menor medida mantenían o evolucionaron códigos de la gran generación del cine francés. Este es el caso de Claude Miller, un cineasta como Agnès Varda, Jean Eustache, Bertrand Tavernier o Philippe Garrel –una de nuestras debilidades— que fue considerado un hijo -en su caso menor o incluso bastardo— del movimiento. La filmografía de Miller puede que no dejara, como sus coterráneos, grandes títulos para el recuerdo pero sí un legado sólido, que ocupó más de cuatro décadas y llegó hasta el nuevo milenio. Su último filme fue Thérèse D., que cerró la edición 2012 del Festival de Cannes, un mes después de su muerte a la temprana edad de 70 años.

A continuación, y coincidiendo con la emisión de la excelente Arresto preventivo en SundanceTV, elegimos sus mejores filmes. La mayoría los pueden encontrar en plataformas.

La mejor manera de andar, 1976

Filme nominado al César de la máxima categoría que narra la tortuosa relación entre Marc y Philippe. El primero es un tipo viril; el segundo refinado y sensible. Por casualidad, el primero sorprende al segundo vestido de mujer. A partir de ahí comienza una carrera por hacerle la vida imposible de diversas formas. El propio Miller firma el guion junto a Luc Béraud de este trabajo que significó de forma oficiosa su carta de presentación en la industria francesa. Patrick Dewaere y Patrick Bouchitey son sus actores protagonistas.

Arresto preventivo, 1981

Lino Ventura, Michel Serrault, Romy Schneider y Guy Marchand son los actores que se ocupan de los roles protagónicos de este drama psicológico que al igual que el anterior también compitió por el César a la mejor película de su año. El filme narra la acusación de la policía a un afamado notario que es arrancado de su hogar el día de Nochevieja como principal sospechoso de la muerte de dos niñas. Dicho notario lleva una vida plena con una mujer muy hermosa y nada hace presagiar esa aparente coyuntura. Una cinta magnética erigida en símbolo del género. Un clásico por el que no pasan los años.

La pequeña ladrona, 1988

En la mejor cinta de la filmografía de los 80 de Miller descubrimos a una actriz colosal, que sigue impartiendo cátedra en nuestros días: Charlotte Gainsbourg. Ella es la protagonista absoluta de este título, que da vida a una joven estudiante que pasa su tiempo emulando a los ladrones de guante blanco que aparecen en las ficciones buscando un objetivo aún mayor: ser una de las estrellas de cine que admira. El filme, que parte de un texto original de François Truffaut, consiguió cuatro nominaciones a los César, entre ellas la de mejor actriz.

Un secreto, 2007

El último gran éxito del director, ya entrado el siglo XXI. Cécile De France, Patrick Bruel, Ludivine Sagnier, Julie Depardieu y Mathieu Amalric conforman el fantástico elenco que da cuerpo a esta historia ambientada en la posguerra, que parte de un secreto que en cierta medida no es verídico pero que cambia la percepción de una familia francojudía. A once nominaciones a los César optó el antepenúltimo filme en solitario de este gran director.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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