Las mejores películas de Bette Davis

Volver al completo blanco y negro en el blog de SundanceTV es siempre un enorme placer. Y más si tenemos que hablar de una de las grandes actrices de la historia del cine. Bette Davis es, por derecho propio, una de las damas más relevantes de este noble arte, que formó parte importante del esplendor de este en su edad dorada. Es imposible entender el auge de Hollywood sin su presencia. Se convirtió en uno de los referentes para los grandes autores durante tres décadas. Cada thriller, cada melodrama, cada comedia, siempre tenía un punto más de elevación y ese se apellidaba Davis. Fue candidata a once Oscars; solo consiguió dos: Peligrosa (1935) y Jezabel (1939). Pese a su potente palmarés, siempre se sostuvo que los académicos la infravaloraban con respecto a otras compañeras de generación. Más allá de eso, su elegancia y su fortaleza la convertían en la elección ideal para cualquier papel que se precie. Y eso se tradujo en una filmografía extensa. A continuación, aprovechando el aniversario de su deceso, elegimos sus mejores películas a nuestro juicio.

KID GALAHAD, Michael Curtiz, 1937

Michael Curtiz dirige este noir con toques de drama pugilístico, melodrama y comedia de enredos. Todo comienza cuando el botones de un hotel noquea a un campeón mundial de los pesos pesados intentando evitar que este molestara a la novia de un mánager. A partir de ahí, se tejerán varias relaciones marcadas por el deseo y la ambición, con imprevisibles resultados. Bette Davis da réplica a otros dos gigantes: Edward G. Robinson y Humphrey Bogart, en esta deliciosa película comercial que fue un éxito en la taquilla para Warner.

JEZABEL, William Wyler, 1938

La mejor interpretación de su carrera en uno de los grandes melodramas de la historia. Al servicio de William Wyler, y como partener de Henry Fonda, Davis borda el rol de media naranja de una pareja de prometidos marcada por las imposiciones externas (y también internas) y que parece destinada a romperse. Está ambientada en la depresión post Guerra de Secesión de la sociedad estadounidense.

LA SOLTERONA, Edmund Goulding, 1939

Adaptación de la novela de Edith Wharton The Old Maid, que se erigió en todo un éxito comercial para Warner Bros. gracias, entre otras cosas, a su envoltorio afable y a la estupenda encarnación de Davis, toda una estrella para las masas. Es la historia de un triángulo amoroso de amores imposibles con la II Guerra Mundial como leitmotiv. Davis da vida a una joven que se enamora por accidente del exnovio de su hermana, a punto de acudir al frente.

LA CARTA, William Wyler, 1940

Cambio de registro brutal en este ejemplar noir que sitúa al personaje interpreta Davis, la esposa de una terrateniente que ha hecho un imperio trabajando el caucho, en una terrible disyuntiva tras aparentemente ser la asesina de un hombre en defensa propia. La percepción de esto último cambiará cuando las autoridades reciban la carta del título que invalide la versión de la matriarca. Davis obtuvo una candidatura al Oscar en uno de esos papeles de antivillana que quedan marcados con letras de oro de la historia del séptimo arte.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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