Las mejores películas de Rachel McAdams

2004 fue un año inolvidable para Rachel McAdams. Por entonces, esta jovencísima actriz se erigió en uno de los rostros del año gracias a su irrupción en dos clásicos populares que han vivido dos trayectorias paralelas durante mucho tiempo para acabar tomando caminos opuestos, en cuanto a prestigio se refiere. Hablamos de Chicas malas (Mean Girls) y El diario de Noa (The Notebook). La primera ahora mismo es un clásico de culto; la segunda, en cambio, se ha convertido en el paradigma de edulcoración extrema en el séptimo arte. Cuestión de gustos y de épocas, por supuesto. Con Chicas malas, una cinta concebida para el lucimiento de Lindsay Lohan, logró que los grandes estudios se fijaran en ella. Sin embargo, McAdams ha seguido una línea en la que ha habido espacio para cintas de gran presupuesto como para el cine independiente; entremedias se ha enfrentado obras de presupuesto medio que subrayaban la versatilidad de una actriz a la que no se le resiste género alguno: terror, thriller erótico, aventuras, drama, romántico… incluso Terrence Malick, un género en sí mismo. La emisión de uno de los últimos largos del cineasta texano, To the Wonder, en SundanceTV, dentro del ciclo «Panorama Estados Unidos», nos ofrece la posibilidad de ver en pantalla a McAdams, en un papel complejo, cuya interpretación incluso engulle a la de su partener, Ben Affleck. A continuación, elegimos sus cinco mejores películas intentando salirnos de lo evidente.

Chicas malas (2004)

Lindsay Lohan, Rachel McAdams, Tina Fey, Amy Poehler y Amanda Seyfried conforman el reparto de este referente generacional. Las seis, de una manera u otra, activos importantes de la industria casi veinte años después. Una comedia disfrazada de drama dirigida por Mark Waters. Tuvo su consiguiente secuela pero sin la frescura de la original.

Vuelo nocturno (2005)

Una de las películas más infravaloradas de uno de los maestros del género contemporáneo, Wes Craven. Gran parte de la acción se desarrolla dentro de un avión. Justamente la parte de metraje más compleja es la que funciona a la perfección de este slasher donde el villano siempre está a cara descubierta –el gran Cillian Murphy. El personaje que interpreta McAdams no le quedará otra cosa que correr… si puede.

Passion (2012)

Cambio de registro. McAdams deja a un lado los papeles de novia de América y se enfunda el vestido de femme fatale en este filme denostado por la crítica, como casi todo lo que rueda últimamente Brian De Palma. Rompemos una lanza por esta obra que recuerda a los noir de los setenta y que cuenta con dos actrices en estado gracia –a McAdams le acompaña una también estupenda Noomi Rapace.

Una cuestión de tiempo (2013)

Retornamos a los roles habituales de la actriz. En este caso, uno que irradia bondad y carisma, como la propia película de Richard Curtis. Uno de esos filmes que desde un punto de partida trillado logra emocionarnos hablándonos de la pérdida y el recuerdo, leitmotiv de la etapa adulta. McAdams está irresistible, en la que es probablemente su mejor interpretación por el momento.

Disobedience (2017)

McAdams vuelve a las sombras con este thriller sexual-identitario dirigido por Sebastián Lelio. Como otras de las películas que hablamos aquí, bastante infravalorada pese a los buenos mimbres sobre los que se construye. La actriz da réplica a otra de las grandes de nuestro tiempo: Rachel Weisz, para contar la historia de atracción en un entorno opresivo: la comunidad judía de Brooklyn.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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