Las mejores películas suizas

En la pasada Seminci, compitió por la Espiga de Oro la mejor película suiza del año, según el Festival de Zúrich, The Fam, ópera prima de Fred Baillif. Un filme interesante por momentos, pero también frustrante por los efectos de una escritura confusa que busca el efectismo ante todo. Aun con ello, es una obra apreciable, que remarca las dificultades que tiene el cine helvético de ser visible extrafronteras.

Históricamente el cine suizo se ha cimentado sobre la coproducción. Producciones con las naciones colindantes –Francia, Alemania e Italia— han marcado la trayectoria de este pequeño país sin demasiada tradición en la ficción y no-ficción. Alain Tanner, integrante no-oficial de la Nouvelle vague, puede ser considerado su baluarte; Markus Imhoof su blasón contemporáneo. El país centroeuropeo ha sido nominado en cinco ocasiones al Oscar foráneo. Lo consiguió en dos: Dangerous Moves, de Richard Dembo, en 1984, y Journey of Hope, de Xavier Koller, en 1990. No está mal para una industria que cuenta con recursos pero que no tiene el gancho suficiente para conseguir que sus autores no emigren.

A continuación, a propósito de la emisión de Ceux qui travaillent en SundanceTV, elegimos las mejores películas suizas de la historia:

FIRST LOVE, Maximilian Schell, 1970

Dominique Sanda, John Moulder-Brown y el propio Schell, en su cinta debut, protagonizan esta historia que ya podemos considerar como universal: el loco enamoramiento de un adolescente de una dama burguesa de capa caída. El joven es Vladimir; ella Zenaida, una princesa arruinada y extravagante. Ambos comparten un verano lleno de confesiones brutales que hablan de una Europa ya extinta. El trabajo de Schell compitió por el Oscar a mejor película de habla no inglesa, llegando a la terna final de candidatas.

LA SALAMANDRA, Alain Tanner, 1972

Magnífico filme rodado en blanco y negro que puede considerarse como la mejor película de su autor. Un Alain Tanner al que siempre se vinculó con la gran ola del cine francés, ya que compartía estilo y discurso con algunos de sus integrantes. Este largo narra el proceso de adaptación por parte de dos escritores noveles de la historia del accidente del tío de Rosemonde, una misteriosa y subyugante mujer. Bulle Ogier, Jean-Luc Bideau y Jacques Denis son sus protagonistas.

SALVE QUIEN PUEDA (LA VIDA), Jean-Luc Godard, 1980

Como decíamos al comienzo, el cine suizo se ha articulado sobre la coproducción esencialmente. Y un grande como Jean-Luc Godard, que vivió parte de su juventud en Suiza, trabajando como albañil, se aprovechó de esta circunstancia para conseguir financiación para varios de sus filmes. Este es el caso de Salve quien pueda (la vida), un trabajo que compitió por la Palma de Oro del Festival de Cannes y que narra tres perspectivas sobre el sexo. Isabelle Huppert, Jacques Dutronc y Nathalie Baye son sus actores principales.

SISTER, Ursula Meier, 2012

Cerramos esta relación mirando al siglo XXI. El segundo trabajo de la magnífica Ursula Meier, una realizadora poco proclive, cuenta con una enorme sutileza este relato sobre la maternidad en el que descubrimos a la siempre notable Léa Seydoux y Kacey Mottet-Klein, la gran esperanza del cine helvético que en este filme aparecía siendo un niño. Esta traslación moderna de Sísifo contiene una escena final absolutamente brillante.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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