Sin palabras: 5 razones para conocer el escándalo canadiense de la sangre contaminada

El próximo  martes 1 de diciembre a las 23:00 se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida y SundanceTV quiere aportar su granito de arena audiovisual con el estreno de la serie canadiense Sin Palabras que desarrolla la historia de los colectivos de hemofílicos que fueron contagiados del virus VIH y de  hepatitis C, al recibir transfusiones de sangre contaminada a principios de los años ochenta cuando no se conocía casi nada sobre el VIH.

La masacre que causó el SIDA entre los colectivos homosexuales en sus inicios y que ha sido ampliamente tratada en numerosas obras teatrales, series y películas, ha dejado en la sombra otros colectivos de victimas que una serie como Sin Palabras visibiliza con nombres y apellidos en una descripción minuciosa del calvario que han pasado durante treinta años, para intentar buscar explicaciones y responsables de esa infección mortal.

Sin Palabras nos muestra de una forma dura y nada complaciente todo el desarrollo temporal de ese escándalo de la sangre contaminada en Canadá  desde el momento de las primeras sospechas hasta las conclusiones finales de los juicios por responsabilidad que finalizaron hace pocos años.

La posibilidad de conocer un aspecto desconocido de la lucha contra el Sida, hace que Sin Palabras (‘Unspeakable’ en su versión original) sea un documento desgarrador que podrás ver a partir del martes 1 de Diciembre en SundanceTV a partir de las 23h, en doble episodio semanal, por lo que nada mejor que esgrimirte cinco razones para que anotes esa fecha en tu calendario.

  1. La aparicion inesperada de sangre contaminada

Sin Palabras inicia su recorrido presentando a una serie de personajes aquejados de hemofilia, un trastorno hemorrágico hereditario que afecta a la coagulación correcta de la sangre. Con los avances de la ciencia, pasó de ser una enfermedad de altísima mortalidad con una esperanza media de trece años para los afectados, a empezar a tratarla a principios de siglo con transfusiones de sangre y posteriormente a partir de los años cincuenta con derivados sanguíneos como el plasma y otros productos.

Esa dependencia absoluta de esos tratamientos con derivados sanguíneos preparados a partir de donaciones voluntarias de sangre, provocará de  forma involuntaria que  gente desconocedora que tenía el virus VIH, donara su sangre y empezará a contaminar la sangre utilizada para preparar esos tratamientos, transmitiendo el virus a los pacientes hemofílicos.

‘Sin Palabras’ empieza con  esas primeras detecciones y la búsqueda de explicaciones racionales para esas infecciones del VIH en colectivos ajenos a los  grupos calificados de riesgo.

  1. La ruleta rusa de los tratamientos de los hemofilicos

Tras esa presentación inicial del problema, Sin Palabras pasa a poner el dedo en la llaga sobre el enorme decalaje temporal entre la detección del problema y la acción de las autoridades sanitarias en  actuar de forma contundente para erradicar toda esa sangre contaminada del circuito de transfusiones  y tratamientos.

La necesidad  para los hemofílicos de ese tratamiento continuo de  su sangre derivó en una especie de ruleta rusa al  utilizar lotes de sangre posiblemente contaminada al no disponer de ninguna otra alternativa, mientras organismos como la Cruz Roja o el ministerio de Sanidad, apuraban al máximo la toma de decisiones drásticas por las consecuencias económicas de las mismas, alegando todo tipo  de excusas, como la falta de claras evidencias científicas  al respecto.

  1. La impotencia y el desamparo de los afectados y sus familias

‘Sin Palabras’ visualiza esa problemática de la sangre contaminada con varios personajes en cuatro familias y otros casos particulares  que se ven afectados en mayor o menor grado por esa contaminación sanguínea de sus tratamientos.

Ese espectro es completo y nos muestra desde personas que han desarrollado rápidamente el Sida a partir de sus tratamientos y empiezan a caer como moscas, hasta personas que han esquivado ese problema y luchan con todas sus fuerzas frente a las autoridades para conseguir que la sangre que llegue a sus venas sea segura y pura.

El núcleo central de ‘Sin Palabras’ desarrolla esa lucha sin cuartel y desigual  entre los afectados y sus familias contra las autoridades sanitarias, tanto para conseguir la retirada de los productos sospechosos de contaminación del circuito sanitario como en la autorización de nuevos tratamientos 100% seguros.

Es otro ejemplo de la lucha de un David desamparado frente a un poderoso Goliath administrativo y económico con las empresas farmacéuticas presionando para preservar sus intereses.

  1. La experiencia personal del creador de la serie

Sin Palabras es una creación muy  personal de Richard C. Cooper un prestigioso productor canadiense que ha sido responsable y showrunner de series como ‘Stargate SG-1’ y varias de sus secuelas, asi como de  ‘Dirk Gently. Holistic Agency’

Cooper es un hemofílico que fue infectado con la hepatitis C a principios de los ochenta por esa sangre contaminada y que siempre había deseado explicar su historia personal y ser la voz de muchas personas que murieron por las mismas circunstancias para  que esos errores no cayeran en el olvido. No dudó en utilizar su prestigio para convencer a la cadena pública canadiense CBC de la necesidad de airear esos trapos sucios del sistema sanitario canadiense.

Cooper también ha querido mostrar el aspecto más oscuro que vivió personalmente sobre los prejuicios sociales que tuvieron que sufrir los hemofílicos al ser tratados como apestados por las grandes posibilidades  que tenían de ser portadores del VIH y que solo hizo que aumentar su enorme impotencia como victimas involuntarias de esa contaminación sanguínea.

Cooper no dudó en llamar a buenos amigos con los que estuvo muchos años en la saga Stargate como Michael Shanks  ( izq)  o una actriz conocida como Sarah Wayne Callis ( der, Prison Break) para darles los dos papeles protagonistas como los padres de un joven hemofílico que intentan evitar por todos los medios evitar la difusión de la sangre contaminada.

  1. La conmoción y la culpabilidad social que todavía perdura

El escándalo de la sangre contaminada en Canadá ha tenido un larguísimo recorrido de más de veinticinco años, como muestra ‘Sin Palabras’ en su tramo final dedicado a todas las consecuencias legales del caso.

Comisiones especiales, juicios mediáticos y reclamación de compensaciones forman parte de todo el entramado legal que buscaba por un lado depurar responsabilidades y por otro hacer justicia a todo un colectivo de inocentes que vieron sus vidas cercenadas o gravemente afectadas por una serie de decisiones administrativas altamente cuestionables.

La necesidad de su creador Richard C. Cooper de ajustar cuentas es patente en este tramo final, aunque lógicamente sin utilizar nombres ni personajes reales para evitar las posibles demandas habituales en este tipo de denuncias personales.

Epílogo

La lucha contra el SIDA tiene numerosos frentes abiertos, pero ‘Sin Palabras’ te muestra su enorme afectación  al colectivo de los hemofílicos, uno de los más desconocidos y olvidados tanto por los medios de comunicación como por el gran público.

Por todo ello no puedes perderte la aportación  de SundanceTV con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Sida con el estreno de Sin Palabras el martes 1 de diciembre a las 23:00 siempre en su linea de traerte los mejores estrenos internacionales a nuestro país. Además a partir del día 2 de diciembre podrás disfrutar de la serie completa disponible bajo demanda,

Para finalizar nada mejor que invitarte a ver el  tráiler promocional de su estreno en la cadena pública canadiense.

Lorenzo Mejino