Las mejores películas de Heath Ledger

«Una noche, mientras estoy en la calle LaSalle en Chicago, tratando de organizar una toma para El caballero oscuro, un asistente de producción pasa frente a mí montando su monopatín. Silenciosamente, maldigo aquel momento en el que Heath apareció en el set montado en el suyo totalmente maquillado como su personaje. Yo temía la reacción de los fans de Batman frente un Joker en patinete, pero el resultado real fue una proliferación de skates entre los miembros más jóvenes del equipo. Si les preguntabas a esos chicos por qué habían decidido traer sus monopatines al trabajo, hubieran respondido honestamente que no sabían por qué. Eso es el verdadero carisma –tan invisible y natural como la gravedad. Eso era lo que tenía Heath».

Comenzamos este artículo dedicado a Heath Ledger, uno de los grandes talentos del cine que nos dejó antes de tiempo, con las palabras que le dedicó Christopher Nolan, director de El caballero oscuro, la película que le procuró al actor australiano un Oscar póstumo, horas después de que nos despertáramos un día como hoy hace doce años con esta sobrecogedora noticia. Más dolorosa si cabe porque parecía que llegaba su gran momento, ya que, tras una nominación al Oscar por Brokeback Mountain, el mundo parecía suyo. Había dejado atrás su figura de robaportadas de revistas teen y toda la industria y el público eran conscientes de que estaban ante un intérprete de un inmenso talento, un actor de raza que volcaba los rodajes con su meticulosidad, inmerso en la búsqueda constante de la perfección. Para el recuerdo queda una filmografía corta pero significativa. A continuación, presentamos los trabajos que, a nuestro juicio, portan sus mejores interpretaciones.

Ned Kelly (2003), de Gregor Jordan

Ledger ya trabajó con Jordan en su debut en la ficción como actor protagonista en el interesantísimo thriller Two hands. El actor de Perth volvía a su tierra natal ya como actor consolidado en Hollywood para protagonizar, compartiendo plano con Orlando Bloom, la historia del bandido más famoso de la historia de Australia, Ned Kelly. Pese a que el filme no funcionó en cartelera, presenta una impresionante actuación de Ledger, demostrando además su pericia en la equitación, puesto que era un actor que evitaba ser doblado en las escenas de acción. Como ejemplo, su precioso prólogo.

El caballero oscuro (2008), de Christopher Nolan

Es la mejor composición del Joker jamás vista. Ni César Romero, ni Jack Nicholson, ni Jared Leto, ni, así es, Joaquín Phoenix. El magnetismo que desprende en la cinta de Christopher Nolan es algo que no ha podido ser igualado por un villano en el cine contemporáneo. Su interpretación le valió el Globo de Oro y el Oscar póstumo y elevó una película a la categoría de hito en su género.

Candy (2006), de Neil Armfield

Es una de las joyas desconocidas que habitan en su filmografía. De nuevo, rodada en su país natal. A los mandos, su amigo Neil Armfield, que dirigió esta historia de amor corrompida por la drogadicción que recuerda a Réquiem por un sueño. Junto a Abbie Cornish, brinda una sensacional actuación que remarcaba la versatilidad de un actor que no tenía límites en sus registros.

Brokeback Mountain (2006), de Ang Lee

Annie Proulx, autora de la historia sobre la que se cimenta la obra maestra de Ang Lee, le envió un ejemplar dedicado de su libro a todos los protagonistas del filme. En la portada del volumen de Ledger aparecía un texto diferente: «Para ti, Ennis». Proulx reveló que la caracterización del actor aussie le conmovió de tal manera que sobrepasó las expectativas que ella había edificado sobre prosa. Estamos ante la mejor interpretación de lo que llevamos de milenio.

10 razones para odiarte (1999), de Gil Junger

Finalizamos con algo más que una película simpática. El tiempo, ese sabio que todo recoloca, ha dejado en el lugar correcto a esta notable cinta adolescente más profunda de lo que se pudiera esperar de antemano. El largometraje de Junger, suponía el debut de Ledger en Estados Unidos previo a su éxito como coprotagonista de El patriota –obra infravalorada de Roland Emmerich liderada por Mel Gibson— y compartía escenario con dos estupendos actores: Julia Stiles y Joseph Gordon-Levitt. Ledger, una vez más, expira carisma. El rasgo más significativo de este jugador de ajedrez compulsivo que nunca dejó de imaginar, de dar lo mejor de sí mismo. Su paso por este mundo ha dejado una huella imborrable.

Otra demostración de talento:

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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