007 contemporáneo: sus mejores películas

Este viernes, envuelta en un enorme secretismo para la prensa, remitida a la (poderosa) campaña publicitaria, se estrena la última entrega de las aventuras (y desventuras) del agente 007: Sin tiempo para morir (No Time to Die), colaboración final de Daniel Craig que cuenta en la dirección de otro debutante en la franquicia: Cary Fukunaga, que coge el testigo de Sam Mendes, responsable del máximo esplendor artístico de la saga. Craig, sin lugar a dudas, se ha erigido junto a Sean Connery como el mejor de la Bond de la historia, siendo una antítesis de Connery: un Bond atormentado, que no duda en desplegar las mejores aptitudes físicas para salir indemne de cualquier situación peligrosa. Un Bond que heredó las set pieces de acción de otro agente secreto estrella del siglo XXI: Jason Bourne. La unión de Mendes y Craig, además, logró algo impensable: que una película de 007 aspirara a los Oscars. En 2022 llegará el relevo para el actor de Chester. Con esto, a continuación, elegimos las mejores películas de James Bond del siglo XXI.

SKYFALL, 2012

¿Es la mejor película de James Bond de la historia? Que nos perdone Sir Sean Connery, pero así lo creemos. Desde su espectacular prólogo, que nos retrotrae a las aventuras casi fantásticas que protagonizaba el actor escocés –con dragones de Komodo como acompañantes—, hasta su tercer tercio, absolutamente atmosférico, con una gran dirección de fotografía de Roger Deakins en esa colosal persecución del villano Silva (Javier Bardem) a Bond y M (Judi Dench). Nunca Bond estuvo rodeado de tanta maestría.

CASINO ROYALE, 2006

Primera colaboración de Daniel Craig, dirigida por Martin Campbell. Casino Royale instaura las bases de este nuevo Bond: un agente físico, que huye del tópico y le gusta el combate cuerpo a cuerpo. En este capítulo se enfrentará a un antagonista de altura, Le Chiffre (Mads Mikkelsen). Junto a la presentación el personaje, Casino Royale desvela el motor emocional de este agente marcado por el amor loco y fatal.

SPECTRE, 2015

Una cinta que palidece en la comparación con las anteriores pero que se eleva por encima de la media de este tipo de productos. Un ejercicio espectacular de acción de ritmo vertiginoso, culmen del hiperrealismo de este segmento de la franquicia. Christoph Waltz ejerce de solvente villano en un trabajo que reitera la planificación de películas previas pero que logra enganchar gracias a su buena dirección y al carisma de Craig.

MUERE OTRO DÍA, 2002

Cerramos este listado con la última participación de Pierce Brosnan en la saga. Lo cierto es que, en comparativa, el 007 del actor que descubrimos con Remington Steele intenta captar las esencias de las producciones protagonizadas por Connery –elegancia— y Roger Moore –vis cómica— pero que nos deja un Bond demasiado plano y estereotipado, que fue perdiendo interés y, por tanto, fuelle en la taquilla. Aun con ello, su último filme es un digno producto de acción, con buenas escenas y aires autohomenajísticos –véase la salida del mar de Halle Berry.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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