Camino a Sundance 2021: documentales

La programación de la 38ª edición del Festival de Sundance se ha anunciado más tarde que nunca. Intuimos que por motivos organizativos –esta entrega será online con breves salidas a salas estadounidenses— pero también artísticos, buscando convencer hasta el último momento al autor o productor de turno. De esta manera no podemos obviar que nos encontramos ante una edición de un perfil más bajo del habitual. ¿Es acaso eso un problema? Tratándose de Sundance, no. Entendemos que autores más consagrados prefieran una premiere física en certámenes como Berlín o Cannes –no pueden caber todos, por cierto—, plazas que, aparte de impacto mediático, les permitan obtener una mejor y mayor distribución. Porque Sundance tiene el prestigio, también las puertas para comenzar una buena carrera en Estados Unidos pero, sin embargo, posee una influencia más limitada en los mercados europeo y asiático. Ahora bien, no todo es mercadotecnia. Y más si hablamos de primeras o segundas obras; o de largometrajes documentales. El objetivo de estos últimos, por ejemplo, es conseguir la venta a una plataforma que les permita llegar a millones de espectadores y, con ello, alargar una trayectoria que les facilite optar a premios. El compromiso de Sundance con el formato documental es inquebrantable. La muestra la encontramos en la doble selección para la U.S. Documentary Competition y la World Cinema Documentary Competition. 20 títulos muy interesantes que ofrecen una panorámica social-política contemporánea.

Users, de Natalia Almada

Trabajo que ahonda en la anatomía del nuevo milenio. Esa conformada sobre lo tecnológico, que articula una vida más simplificada y sencilla a priori pero que ha dejado de mirar a todo lo que lo rodea, en especial a una naturaleza que, decadente, va perdiendo forma y recursos. El filme se centra en el hijo de la autora y su interacción con los medios visuales. Un alegato ecologista firmado por esta cineasta de orígenes mexicanos con más de una década de experiencia en la dirección.

Cusp, de Parker Hill & Isabel Bethencourt

Dibujo generacional que ahonda en las vidas de tres amigas adolescentes, Autumn, Brittney y Aaloni, que conviven en un mundo de masculinidad tóxica en una pequeña ciudad tejana en la que hay poco que hacer, salvo asistir a fiestas y emborracharse. Obra que recuerda a la polaca All These Sleepless Nights, donde la música juega un papel fundamental.

Try Harder!, de Debbie Lum

En clave de humor, la joven realizadora Debbie Lum se adentra en el complejo sistema escolar estadounidense centrándose en los esfuerzos de los alumnos de último año del Lowell High School, que afrontan la fase final de su salto a la universidad. Las dudas y la incertidumbre sobrevuelan las vidas de estos jóvenes dispuestos a afrontar una adultez sin tener ninguna respuesta a todas las preguntas planteadas.

Playing with Sharks, de Sally Aitken

Como hiciera Louie Psihoyos con cetáceos en la ganadora del Oscar a mejor documental The Cove, Sally Aitken se aproxima a la figura de Valerie Taylor, una buceadora experimentada que ha pasado gran parte de su vida luchando por los derechos de esos grandes desconocidos del océano: los tiburones. Aitken busca con su cámara desmitificar a unos animales estigmatizados por la ficción.

Inconvenient Indian, de Michelle Latimer

Filme que tuvo su premiere en el pasado Festival de Toronto –donde consiguió el premio a mejor documental— y que ahora compite en la World Cinema Documentary Competition. Una exploración contemporánea de la colonización cultural de los nativos norteamericanos no exento de humor y de unas imágenes evocadoras firmadas por Chris Romeike. Su paso por la urbe canadiense se saldó con excelentes críticas. Estamos ante uno de los títulos que con seguridad saldrán reforzados de Park City.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

Más en el blog: 5 razones para ir hasta Bordertown en la lejana Finlandia