Una mirada a la carrera de los premios del cine independiente

Nos enfrentamos a la carrera al Oscar más atípica de la historia de los premios más importantes del panorama cinematográfico. La pandemia ha cambiado las reglas del juego: ha postergado los grandes estrenos del 2020; ha provocado que los grandes autores huyan en masa a un incierto 2021; las salas han cerrado y están al borde de la extinción; las plataformas han encontrado el ecosistema perfecto; y los premios más importantes han decidido atrasar sus entregas buscando una certidumbre bastante quimérica en estos momentos.

Ante esta situación, y a falta de pesos pesados, parece que el cine independiente va a tener más notoriedad en la próxima Oscar Race. Es el único dato positivo ante tanta mala noticia. Los Gotham Awards han sido los primeros en abrir fuego, como es habitual, sin ofrecer demasiadas pistas. Serán los Independent Spirit Awards los que ofrezcan algo más de luz. Un halo que parece que tendrá nacionalidad estadounidense pero origen chino –la nacionalidad tabú este curso. Hablamos de Chloé Zhao y su tercera película, Nomadland, frontrunner por accidente de una competición que promete muchas sorpresas.

Primera parada: Gotham Awards

Las mencionadas candidaturas a los Gotham nos dejaron una gran noticia: las cinco aspirantes al premio a mejor película están dirigidas por mujeres. En dos casos, además, con propuestas de género. El filme de Zhao, ganador del León de Oro de la Mostra de Venecia, se erige como gran favorito en una gala que se celebrará el 11 de enero. Junto al favoritismo de Zhao hay detalles muy interesantes en el listado de nominaciones.

El más llamativo para esta cabecera es la enorme presencia de First Cow y Never Rarely Sometimes Always, las dos mejores películas de este extraño 2020. También resulta muy atractiva la competición de documentales, donde emerge el último largometraje del veterano Frederick Wiseman, City Hall. Dudamos mucho que su trascendencia vaya más allá de los premios de nicho –son tres horas de duración— pero siempre es un placer ver el retrato del cineasta canadiense a las instituciones estadounidenses. Como también es atractivo el cine de Sean Durkin. Este año presentó en Sundance The Nest, el desplome de una familia tras una mudanza a un gran caserón. Jude Law y Carrie Coon están nominados en las categorías interpretativas. No descartamos que suban un par de escalones y sean protagonistas en los Globos de Oro e, incluso, por qué no, los Oscar.

¿Qué esperar de los Spirit Awards?

En los Spirit Awards se definirá el papel de la cosecha indie de cara a los premios de la Academia. Allí Nomadland culminará la carrera perfecta antes del desembarco en el Dolby Theatre, apoyado por la campaña de Searchlight Pictures. Es probable que los filmes de Hittman y Reichardt pierdan fuelle a esas alturas y que autores como Miranda July (Kajillionaire) y Charlie Kaufman (I’m Thinking of Ending Things) tengan más importancia. La posibilidad de que estos últimos consigan una nominación en la categoría de guion se dilucidará en estos dos próximos meses. Algo que se puede extrapolar a las opciones de Riz Ahmed, un músico con un problema degenerativo de audición en The Sound of Metal. Él es uno de los dark horse de una carrera que parece que no empieza nunca.

Y, ¿de cara a los Oscar?

Más allá de la multimencionada Nomadland, ahora mismo, la favorita –mucho nos tememos que en abril no será así—, el cine independiente aún tiene bastante que añadir a la temporada de premios. El baile de fechas y deadlines propician que el Festival de Sundance pueda presentar una posible ganadora del Oscar. Mientras llega ese momento, la factoría indie pondrá todas sus fichas en las actrices de Never Rarely Sometimes Always, los guiones de Relic y The Assistant y en la docuficción The 40 year old version, de Radha Blank, una de las sorpresas en Park City que sigue dando que hablar.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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