Historia de un matrimonio: ‘Blue Valentine’, Michelle Williams y Ryan Gosling se juraron amor

El próximo miércoles, día 11, se emite un clásico del género romántico, Blue Valentine. La primera película de Derek Cianfrance, que posteriormente nos sorprendería con la infravalorada Cruce de caminos (2013), se estrenó en la sección Premieres del Festival de Sundance 2010 sin hacer demasiado ruido entre la prensa especializada, pese a contar en su reparto con dos promesas devenidas realidad como Michelle Williams y Ryan Gosling. Una circunstancia que hizo que tardara en encontrar distribución –en España lo hizo Karma Films— algo que, por supuesto, dio paso a una segunda parte más exitosa, sobre todo a nivel de público, ya que se convirtió en una de las películas más valoradas de ese año, postulándose como obra de culto.

Blue Valentine sigue la senda del cine del desamor que inició Revolutionary Road y prosiguieron Rabbit Hole o [500] días juntos –esta en clave de comedia ligera—. Propuestas que presentan la involución de una pareja que siempre vivió mejor junta en el pasado y de la que no se espera futuro. El filme de Cianfrance, de esta manera, está diferenciado en dos partes: la primera, que se centra el cortejo de Dean (Gosling) a Cindy (Williams), un segmento precioso, dotado de imágenes muy potentes que tienen como background Brooklyn, Nueva York, e, incluso, excelentes momentos musicales –adjunto en la parte inferior de este texto. La segunda, en cambio se mueve en el tiempo diez años para contarnos el desapego de un matrimonio hastiado, que remarca, por otro lado, el fracaso del sueño americano, un futuro estancado sin demasiados aditivos que condena a sus habitantes a la monotonía y, en definitiva, a una deriva que acaban alejando a sus polos ad infinitum.

Para los espectadores que se animen a ver este maravilloso ejercicio introspectivo –es imposible no sentirse identificado con algunas de las situaciones que presenta el guion de Cianfrance, que reconoció, como otros tantos realizadores, que tenía gran parte de autobiográfico—, será inevitable que no se les venga a la cabeza una de las grandes películas de 2019: Historia de un matrimonio, revisión de ese Kramer contra Kramer (Robert Benton, 1979) que relataba el desguace de todos los valores que conforman un matrimonio. En cierta manera, el filme de Noah Baumbach, parte de una base similar a la de Blue Valentine: cómo la contemporaneidad, con sus tiempos y exigencias, imposibilita la maduración no solo del individuo, sino también de la pareja como estructura indisoluble. A diferencia de Baumbach, que apuesta por la yuxtaposición del sarcasmo en una narrativa que apela a lo naíf, Cianfrance no se anda por las ramas y establece una realidad sin grises, al fin y al cabo, la memoria así lo recuerda, como un conjunto de alegrías y dolores.

Desde El antepenúltimo mohicano les instamos a que acudan a la pantalla el próximo domingo a ver esta gran película, uno de los hitos del siglo XXI en el género romántico con dos intérpretes en estado de gracia y una historia que les hará disfrutar, recordar, sufrir y, seguramente, les arrancará alguna lágrima que otra. No se la pierdan. Palabra mohicana.

Una pequeña demostración de talento:

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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