¿Quién diablos es Kogonada? Un viaje por Columbus, Indiana

El próximo sábado, dentro del Especial Festival de Sundance de SundanceTV, se emitirá Columbus, ópera prima de Kogonada que tuvo su alumbramiento, precisamente, en Park City en 2017. Un título modesto, sencillo, que, tras un más que decente paso por festivales –compitió por el Tiger Award en Róterdam—, tuvo silenciosa estancia en las taquillas europeas. Un filme que, en definitiva, pasó bastante desapercibido en su presente pero que ha ido calando año tras año en un público muy específico: los jóvenes. Esta propuesta minimalista, que narra el encuentro entre Casey, una entusiasta de la arquitectura, y Jin, un traductor de coreano, en Columbus, Indiana, uno de los epicentros de la arquitectura modernista en Indiana, nos ubica en esos períodos estancos que afrontamos en nuestra vida; al filo de una disyuntiva cuya resolución marcará nuestro futuro para siempre. Un bello –también estéticamente hablando— largometraje que recuerda a las ficciones, en especial el uso del azar, de Richard Linklater y que, aparte de sus protagonistas, dio a conocer a su director.

¿Quién se esconde tras Kogonada? Pues un profesor estadounidense de origen surcoreano llamado Joon Eun Park, Ernie para sus alumnos, que utiliza como herramienta de trabajo los videoensayos. Algunos de tal calidad que lo convirtieron en todo un referente del formato, aportando piezas a las ediciones domésticas de Criterion Collection o artículos de la prestigiosa revista británica Sight and Sound. Kogonada es un heterónimo que homenajea al guionista de su director favorito, Yasujirō Ozu, llamado Kogo-Noda. La influencia de ambos baña la puesta en cuadro de Columbus, un filme lleno de matices y que esconde una emoción que explotará silenciosamente en su epílogo.

Un viaje recorriendo la meca de la arquitectura posmoderna

La pequeña ciudad de Columbus (44.000 habitantes), es la gran protagonista de la película de Kogonada. Envuelve a este breve encuentro entre Casey y Jin y ejerce de termómetro emocional como background de esta historia que une a dos almas perdidas. Allí descansan construcciones diseñadas por Saarinen, Meier o Polshek, baluartes de la arquitectura contemporánea.

El hálito del cine de Ozu recurre su metraje

Miguel Muñoz Garnica hablaba de su relación en estos preciosos términos: «Ozu y Kogonada hablan de evoluciones vitales impuestas por convención social, pero a las que los padres de las respectivas protagonistas ven como un paso necesario para una vida feliz. Esto es, el matrimonio en el Japón de los cuarenta o la realización profesional en los Estados Unidos de hoy. Los dos directores se sitúan en un término intermedio entre el pragmatismo del progenitor y el desgarro de la hija ante la ruptura, pero es inevitable sentirse más conectado con lo último. Al fin y al cabo, el placer que encontramos en la existencia de una obra como Columbus es el de poder quedarnos en un sitio conocido al que amamos».

La simetría que envuelve a dos personajes memorables

Como indicábamos al comienzo, la realización de Kogonada, la composición de sus planos, es uno de los puntos destacados. Ya que la ubicación de la cámara encaja con las aristas de mentada arquitectura de la ciudad. Por allí deambulan Casey y Jin –unos magníficos, por cierto, Haley Lu Richardson y John Cho—, se detienen ensimismados y continúan dando vida a las conversaciones sobre el ahora y el por qué. Un trabajo que recuerda a un maestro de la materia: Wes Anderson

De Columbus a After Yang

El Festival de Sundance acogerá este año la segunda película de Kogonada, titulada After Yang, que ya se presentó en Un Certain Regard del Festival de Cannes. Una cinta que narra el intento desesperado de una familia de recuperar a un humanoide que ha ejercido de mentor a la figura infantil de esta. En pleno proceso de recuperación, descubrirán que tras el chip hay algo más: vivencias. Un filme protagonizado por Colin Farrell y que tiene en su reparto a Richardson, el gran descubrimiento de Columbus.

No se la pierdan. Es una de nuestras películas favoritas de lo que llevamos de siglo XXI.

                                   El antepenúltimo mohicano

@eamcinema | Park City, Utah.

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